Durante la noche del viernes, las autoridades de la Policía y Defensa Civil del municipio de San Miguel de Tucumán decidieron interrumpir una fiesta electrónica que se estaba llevando a cabo en un boliche situado en la avenida Avellaneda al 1000.
El evento, según informaron las autoridades, no contaba con el permiso correspondiente emitido por Defensa Civil del municipio, lo cual constituye una falta que puede dar lugar a sanciones como multas o el cierre del establecimiento.
Además, se constató que la última inspección de las medidas y dispositivos de seguridad contra incendios, realizada por la Dirección General de Bomberos, había vencido hace cuatro meses y no había sido renovada, lo que agravaba la situación.
A raíz de estas irregularidades, el local fue clausurado, y las autoridades comunicaron el hecho a la Fiscalía de Delitos Complejos de turno para que se iniciaran las acciones legales correspondientes.