La Justicia de Tucumán resolvió procesar y ordenar la prisión preventiva de Javier “Chucky” Casanova, acusado de intervenir en el tiroteo ocurrido el pasado domingo durante una fiesta de música electrónica en Tafí Viejo. Casanova enfrenta cargos por abuso de armas, así como por la portación y tenencia de un arma de guerra sin la autorización correspondiente, y deberá cumplir una detención preventiva de 90 días. Su defensa ya anticipó que apelará la medida judicial.
El operativo que permitió su detención se desarrolló durante la madrugada del jueves 25 de septiembre en el barrio Oeste II, bajo la supervisión del fiscal Mariano Fernández. Para ello, se movilizó personal de la Unidad Regional Norte, junto al Grupo CERO y el GEAM, quienes realizaron allanamientos en distintos domicilios con el objetivo de recolectar pruebas relacionadas con el enfrentamiento, presuntamente vinculado a la histórica rivalidad entre el clan Ale y el grupo conocido como “los Gardelitos”.
Durante los procedimientos, la policía incautó armas de guerra, pistolas de empuñadura, marihuana y cocaína. Casanova, que ya contaba con una orden de detención, fue trasladado a la comisaría de Tafí Viejo. En su domicilio se halló una pistola calibre 11 milímetros, que según la Fiscalía podría haber sido utilizada en el intercambio de disparos.
Según la acusación, en la madrugada del 21 de septiembre, Casanova ingresó armado al salón La Floresta, ubicado sobre la ruta 9, y al encontrarse con Facundo Ale comenzó un intercambio de disparos. Aunque no se registraron heridos, la Fiscalía sostiene que se utilizó un arma de guerra sin la debida autorización legal.
El fiscal, acompañado por los auxiliares Jimena Castro y Gonzalo Guerra, argumentó que existía riesgo de fuga por parte del acusado o de que este pudiera intimidar a testigos, por lo que solicitó su detención preventiva. Por su parte, el abogado defensor, Facundo Herrera, negó la participación de Casanova en los hechos, cuestionó la validez del informe balístico y rechazó la prisión preventiva, proponiendo medidas de coerción menos severas.
Sin embargo, la jueza Soledad Hernández desestimó los planteos de la defensa, ratificó los cargos y ordenó la detención preventiva por tres meses, con alojamiento en Villa Urquiza o Benjamín Paz. Herrera expresó: “Queremos colaborar con la investigación. Impugnaremos esta resolución porque no había motivos ni para allanar un domicilio ya que mi defendido no estaba en el lugar de los hechos”.
Por otro lado, los abogados de Facundo Ale, Agustín Monteros y Ricardo Fanlo, informaron que su cliente se presentará ante la Justicia en los próximos días, siempre que se garanticen condiciones de seguridad. Monteros afirmó que Ale actuó en defensa propia: “Él se estaba retirando de la fiesta cuando fue atacado. Sacó su arma y respondió a los disparos”.
En un allanamiento paralelo en la vivienda de Ángel “Mono” Ale, padre de Facundo, los efectivos incautaron siete escopetas de caza y una carabina, todas debidamente registradas. Los abogados aclararon que no se encontraron armas de empuñadura, que era lo que la Justicia buscaba.