En Tucumán, una problemática que parecía haberse denunciado años atrás ha resurgido con mayor fuerza. Hace un tiempo, el grupo de Telegram llamado “Los Magios” fue señalado por compartir fotos íntimas de mujeres, incluyendo menores de edad, sin su consentimiento. Sin embargo, lejos de desaparecer, esta situación ha empeorado con la aparición de un nuevo grupo llamado “El interior de Tucumán”, que cuenta con subgrupos organizados por ciudades y barrios. En estos espacios, se intercambian datos, imágenes y comentarios ofensivos, como “¿Quién quiere una foto de mi novia?” o “Miren lo que encontré en el Exprebus”.

El sábado 15 de marzo, una mujer tucumana expuso en redes sociales capturas de pantalla de estos grupos, revelando el horror que se vive en ellos: fotos robadas, solicitudes de videos íntimos e incluso la existencia de un grupo VIP pago donde se comparten imágenes sin el consentimiento de las personas afectadas. La publicación rápidamente se viralizó, lo que llevó a los administradores de los grupos a cambiar el nombre a “Controles viales 1” en un intento de evadir las denuncias. Según testimonios de usuarios, en estos grupos se realizan actos como fotografiar a chicas en colectivos o grabar a niñas mientras van camino al colegio.
Actualmente, los enlaces a estos grupos están restringidos, pero el problema persiste. Desde octubre de 2023, la Ley Olimpia reconoce la violencia digital como una forma de violencia de género, lo que permite tomar medidas legales para eliminar contenidos y proteger a las víctimas. Si sos víctima de este tipo de violencia, es crucial que guardes pruebas, como chats y capturas de pantalla, y realices una denuncia formal. La ley establece que el material ofensivo debe ser eliminado en un plazo de cinco días hábiles después de presentado el reclamo.

Para obtener asesoramiento o realizar una denuncia, podés visitar el sitio web: argentina.gob.ar/justicia/convosenlaweb/denuncia. Es fundamental que las víctimas sepan que cuentan con herramientas legales para defenderse y que no están solas en esta lucha contra la violencia digital. La visibilización de estos casos y la acción colectiva son clave para erradicar estas prácticas y garantizar un entorno digital seguro para todos.
