El lunes por la noche, un trágico hecho de violencia tuvo lugar en la calle Congreso al 2200, que se convirtió en el escenario del 42º homicidio registrado en la provincia de Tucumán en lo que va del año. En esta ocasión, un joven de 15 años, conocido con el apodo de «Honguito», falleció en un intento fallido de robo a un policía. El agente resultó herido de un disparo en la espalda durante el incidente.
Este caso se desarrolló cuando «Honguito» intentó robarle al cabo Lucas Nicolás Copertino, un integrante del Grupo Especial de Apoyo Motorizado (GEAM), quien estaba fuera de servicio y circulaba en su motocicleta por la zona. Aparentemente, dos jóvenes lo interceptaron con la intención de despojarlo de su vehículo. Al identificarse como policía, Copertino fue atacado a tiros, pero logró defenderse, disparando contra los atacantes y ocasionando la muerte de uno de ellos, «Honguito», que recibió un disparo fatal en el cuello.
Inmediatamente después del tiroteo, los vecinos del lugar salieron de sus casas alertados por el ruido y encontraron al adolescente sin vida, mientras el policía, visiblemente afectado y herido, intentaba explicar lo sucedido. Según uno de los testigos, el cabo se mostraba angustiado por las posibles repercusiones legales de sus actos, mientras los vecinos lo tranquilizaban, asegurándole que había actuado en defensa propia y que testificarían a su favor.
La situación se tornó aún más tensa durante el velatorio de «Honguito». A pesar de haber perdido la vida en un intento de robo, familiares y amigos del joven lo despidieron como a un héroe. En su sepelio, al que acudió una gran cantidad de personas, la tensión se desbordó cuando algunos asistentes, incluidos familiares del adolescente, atacaron a los policías presentes con palos y piedras, hiriendo gravemente a otro agente. Este violento enfrentamiento concluyó con la detención de 24 personas, según informó el periodista César Juárez.
La investigación del caso comenzó de inmediato, bajo la supervisión de la auxiliar María José Agüero, siguiendo las directrices del fiscal Pedro Gallo. Se movilizó a personal de la División Homicidios, encabezado por los comisarios Susana Monteros, Juana Estequiño y Miguel Carabajal, quienes llevaron a cabo varios operativos en busca del cómplice del joven fallecido, no descartando la participación de otros posibles implicados.
El adolescente abatido, de acuerdo con fuentes oficiales, vivía en el barrio junto a sus hermanos, quienes también tendrían antecedentes penales. Poco se sabe de la madre del joven, mientras que su padre trabaja en el campo en la zona noreste de la provincia. La muerte de un joven de tan corta edad, involucrado en actividades delictivas, llevó a las autoridades a reflexionar sobre la situación social que permite que menores armados se involucren en crímenes. Así lo expresó el jefe de la Policía, Joaquín Girvau, quien se cuestionó qué lleva a un adolescente a participar en actos delictivos de tal magnitud.
Por su parte, Girvau también subrayó la correcta actuación del agente Copertino en su defensa y advirtió que quienes decidan enfrentarse a la policía correrán el riesgo de terminar muertos. Afirmó que las fuerzas de seguridad serán implacables con los delincuentes, pero siempre dentro de los límites de la ley.
Mientras tanto, el cabo Copertino se encuentra internado en estado reservado en el Hospital Padilla, con los médicos a la espera de su evolución. Si bien su condición es estable, los especialistas aún no han podido extraer el proyectil que quedó alojado en su cuerpo, lo que mantiene cierta incertidumbre sobre su recuperación.