La sensación de inseguridad volvió a hacerse presente entre los vecinos del sur de San Miguel de Tucumán. En esta oportunidad, la víctima fue Nancy, una docente que todos los días se desplaza en bicicleta para cumplir con sus obligaciones laborales. El lunes por la mañana, mientras regresaba a su casa, fue interceptada por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta y que intentaron asaltarla en la calle Alsina, a pocas cuadras de la avenida Roca. En cuestión de segundos, los delincuentes trataron de arrebatarle tanto su bicicleta como una bolsa con objetos personales.
La mujer relató que su primera reacción fue resistirse: “Me aferré tanto a mi bicicleta que no la quería soltar. Todos después me decían ‘¿por qué no la dejaste?’. No, porque me da bronca. Yo salgo a trabajar, no molesto a nadie. Vienen estos lacra y te quieren quitar lo que a vos te costó conseguir. Era una impotencia, una cosa que decía ‘no me vas a ganar, hijo de…’”, recordó aún conmovida por el episodio.
Para Nancy, su bicicleta representa mucho más que un medio de transporte. “Voy a todos lados en bici: al trabajo, a la verdulería, a pagar cuentas. Empecé a usarla el año pasado por salud y por tiempo. ¿Por qué voy a dejar de hacer lo que me gusta? ¿Por qué me van a quitar algo que es mío y que me lo gané yo?”, explicó, destacando la importancia que tiene ese vehículo en su rutina diaria y en su sentido de independencia.
Durante el ataque, los ladrones consiguieron arrebatarle una bolsa que contenía dinero y un cuaderno con anotaciones laborales. Sin embargo, Nancy no se dio por vencida y decidió perseguirlos. “Cuando me doy cuenta que me agarra la bolsa, los empiezo a seguir en bicicleta. Gritaba a los cuatro vientos, y un hombre en una camioneta miraba como si fuera una película. Le grité: ‘¡Señor, por qué no me ayudó si yo gritaba!’”, relató con indignación.
Lo que más la afectó, contó, fue la falta de reacción de quienes estaban en el lugar. “Gritaba y nadie se acercó a ayudar o a gritarles a estos malvivientes. Es tristísimo”, lamentó, evidenciando el temor y la indiferencia que reinan entre los ciudadanos ante situaciones de violencia.
La docente realizó la denuncia correspondiente ante las autoridades y aseguró que podría reconocer al agresor que la atacó directamente, aunque no así al conductor de la moto, que llevaba casco y el vehículo sin patente visible. Hasta el momento, no recibió información sobre avances en la investigación.
Nancy expresó con firmeza su frustración: “Sentís una bronca, una impotencia. No sos libre. No podés salir a trabajar tranquila, disfrutar lo que tenés. Esto es consecuencia de lo que hicieron los políticos: en lugar de dar educación y trabajo, dieron planes. Entonces para muchos el trabajo es robar, hacerla fácil. Y no es justo para quienes salimos a ganarnos el pan dignamente”, señaló con dureza.
Pese a la angustia que le generó el intento de robo, Nancy no perdió su espíritu de lucha. En los días posteriores al hecho decidió caminar hasta su lugar de trabajo, aunque dejó en claro que no se dejará vencer por el miedo: “Por ahora no me animo a sacar la bici, pero no me va a ganar. La voy a volver a usar”, aseguró, convencida de que la violencia no le arrebatará su libertad.