Tres jóvenes recibieron condenas judiciales luego de ser hallados responsables de haber intentado robar y asesinar a un efectivo policial durante un violento episodio ocurrido el 2 de septiembre de 2024, en la zona de Villa Amalia, en San Miguel de Tucumán. El fallo fue emitido en el marco de un juicio abreviado solicitado por la Unidad Especializada de Homicidios I del Ministerio Público Fiscal, conducida por el fiscal Pedro Gallo, instancia en la que se acordó la responsabilidad penal de los acusados y las penas impuestas.
Los condenados fueron identificados como Jon Eduardo “Chicho” Beltrán, de 21 años; Dilan Braian Brandon Beltrán, de 19; y Walter Patricio “Pachu” Juárez, también de 19. Los tres fueron declarados culpables de los delitos de robo triplemente agravado —por el uso de armas de fuego, la participación de un menor y la comisión en poblado y en banda—, en concurso con homicidio triplemente agravado en grado de tentativa, por haber actuado con planificación previa, en grupo y utilizando armamento.
Durante la audiencia judicial, la auxiliar de fiscal María José Agüero presentó un detallado informe sobre las pruebas reunidas en la investigación. Entre las evidencias más relevantes se incluyó una pericia balística elaborada por el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF), la cual determinó que el policía atacado empleó una pistola 9 mm perteneciente al patrimonio de la Policía de Tucumán, mientras que los agresores utilizaban un revólver calibre 22. El magistrado interviniente dio por válido el acuerdo alcanzado entre las partes y contó con la aprobación de la víctima. Asimismo, se resolvió declarar reincidente a “Chicho” Beltrán, quien ya poseía una condena previa de ejecución condicional.
Los hechos
El ataque ocurrió alrededor de las 22:40 horas en la calle Congreso al 2000, cuando un efectivo policial que integraba el Grupo Especial de Apoyo Motorizado (GEAM) se desplazaba a bordo de su motocicleta roja tras cumplir su jornada laboral. En ese momento, fue interceptado por dos motocicletas conducidas por los jóvenes acusados, quienes se encontraban acompañados por un adolescente de 15 años.
El grupo intentó robarle la motocicleta y la mochila al uniformado, lo que derivó en un forcejeo. En medio del enfrentamiento, el menor —identificado como J.Q.— disparó un arma calibre 22, impactando en el tórax del agente. Ante la agresión, el policía respondió utilizando su arma reglamentaria, hiriendo gravemente al adolescente, quien murió a causa de una hemorragia interna producto del disparo. Los demás atacantes escaparon rápidamente, llevándose consigo las pertenencias de la víctima.
Con el correr de la investigación, los tres jóvenes fueron detenidos y posteriormente acusados de intento de homicidio y robo agravado. Finalmente, la causa fue cerrada tras el acuerdo judicial que determinó sus responsabilidades penales, poniendo fin a un caso que generó gran conmoción social en Villa Amalia. El episodio reavivó el debate sobre la participación de menores en delitos violentos y la necesidad de reforzar las políticas de prevención del crimen juvenil en la provincia.