El reciente traslado de presos al nuevo penal de Benjamín Paz ha generado gran interés en la comunidad, sobre todo en la jornada del viernes, cuando un grupo de internos que estaban en los calabozos de la ex Brigada de Investigaciones, ubicada en Barrio Norte, fueron reubicados en la nueva prisión. Esta acción no solo tuvo implicancias logísticas, sino que también acaparó la atención del público debido a la visibilidad de este movimiento en la zona.
Según fuentes del Ministerio de Seguridad, un total de 109 reclusos, condenados por delitos como robo, homicidio y abuso, fueron trasladados a los cuatro pabellones del recién inaugurado establecimiento penitenciario, que abrió sus puertas el jueves anterior. Aunque la operación había sido planificada, no estuvo exenta de incidentes que generaron preocupación en la comunidad.
En la mañana de ese día, un rumor circuló rápidamente, sugiriendo que dos internos habrían intentado fugarse, lo que provocó alarma entre los residentes y empleados del área. Sin embargo, el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, aclaró que no hubo un intento de fuga real, sino que algunos detenidos mostraron resistencia al ser trasladados, lo que generó confusión.
El proceso de traslado de los internos es complejo y consta de varios pasos. Primero, se les lee una lista de detenidos y se les ordena alinearse. Luego, se les informa sobre su nuevo destino y se lleva a cabo una requisa exhaustiva para evitar que transporten objetos o sustancias prohibidas. Durante este procedimiento, algunos internos intentaron distraer a las autoridades, gritando que había más presos en el techo, pero el comisario Fabio Ferreyra, encargado del operativo, envió personal para verificar la situación y confirmó que no había tal eventualidad.
El ministro Agüero Gamboa también indicó que el proceso de traslado continuaría al día siguiente, con 60 internos más de la ex Brigada programados para ser trasladados al nuevo penal. Respecto al primer día en el establecimiento, mencionó que a los reclusos se les explicó el régimen y las normas del lugar. Tras su llegada, se les permitió asearse, cenar y descansar, y al día siguiente pudieron desayunar sin que se registraran nuevos incidentes.
Este episodio subraya las dificultades que enfrenta el sistema penitenciario en Tucumán, resaltando la importancia de una correcta gestión de los traslados de internos para garantizar la seguridad tanto dentro de las prisiones como en las zonas aledañas.
