Un violento enfrentamiento registrado durante una fiesta en Tafí Viejo desencadenó una serie de allanamientos en distintos puntos de Tucumán, dejando como saldo diez personas detenidas y el secuestro de armas, drogas y vehículos. Las investigaciones apuntan a un conflicto entre los clanes Ale y Gardelitos, grupos rivales con una histórica disputa que se prolonga en la provincia desde hace décadas.
El incidente tuvo lugar en la madrugada del domingo en un salón ubicado sobre la ruta 9, en el kilómetro 1.301, donde se realizaba un evento de música electrónica. Pasada la medianoche, los asistentes escucharon detonaciones provenientes del exterior y presenciaron cómo dos grupos intercambiaban disparos frente al local.
Horas después, un hombre identificado como W.G.R. se presentó en la comisaría de Tafí Viejo para denunciar los hechos. La investigación, coordinada por la Unidad Regional Norte bajo la supervisión del fiscal Ernesto López Salas y el mando de Gustavo Beltrán, determinó que los involucrados pertenecían a los clanes enfrentados. Entre los sospechosos mencionados figuran Facundo Ale y Javier “Chuky” Casanova.
Con la autorización de la jueza Eliana Karina Gómez Moreira, las fuerzas de seguridad, incluyendo efectivos de la URN, el Grupo CERO y el GEAM, realizaron allanamientos en domicilios de Yerba Buena, Alderetes y San Miguel de Tucumán. Los procedimientos finalizaron con la detención de diez personas y el secuestro de armas de fuego —algunas de guerra—, 102 bochas de cocaína, 16 bagullos de marihuana y un frasco con picadura de cannabis.
Los aprehendidos fueron identificados como “Chuky” Casanova, Mario Alejandro Anaya y Franco Emanuel Godoy, acusados de abuso de arma; y Carlos Javier Godoy, José Daniel Godoy, Ignacio Agüero, Julio César Ale, Eric Navarro Bracamonte, Javier Giménez y Ángel Adolfo Ale, imputados por atentado y resistencia a la autoridad. Uno de los allanamientos más relevantes se realizó en la vivienda de Adolfo Ángel “Mono” Ale, en avenida Mate de Luna al 2.000, quien fue detenido por resistencia a la autoridad y posteriormente liberado por disposición del fiscal López Salas.
En la defensa de los miembros de los clanes, el abogado Agustín Monteros aseguró que Facundo y Ángel Ale habrían actuado en defensa propia, señalando que Facundo fue atacado primero y que él solo portaba una pistola frente a una ametralladora. Monteros añadió que las armas incautadas en el domicilio eran de caza y estaban registradas a nombre de familiares. Por su parte, la defensa de “Chuky” Casanova negó cualquier participación en el tiroteo, indicando que hay testigos que lo ubican en otro lugar al momento de los hechos. Facundo Herrera, abogado del acusado, sostuvo: “Una vez más deberá demostrar que no estuvo, porque lo acusan sin pruebas”.
La Justicia continúa reuniendo pruebas y testimonios para esclarecer la secuencia de hechos. Mientras tanto, Facundo Ale anunció que se presentará ante las autoridades en los próximos días, aunque advirtió que lo hará únicamente cuando se garantice su seguridad, recordando un atentado previo que sufrió en la capital tucumana.
Este episodio reaviva la histórica rivalidad entre los clanes Ale y Gardelitos, evidenciando una vez más la persistente violencia asociada a estas organizaciones en Tucumán y poniendo nuevamente en la agenda pública la necesidad de abordar la conflictiva situación que generan estos grupos en la provincia.
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