María Ester Rodríguez, residente cercana a la vivienda ubicada en la calle Blas Parera al 1.000 en Villa 9 de Julio, fue testigo cercano del décimo femicidio ocurrido en lo que va del año en Tucumán, viviendo de cerca el impactante suceso. Aún conmocionada, relató el terrible momento, indicando que la víctima, Analía Mercedes Díaz, gritaba desesperadamente pidiendo ayuda, consciente de que su vida corría peligro.
“Pobrecita. Ella gritaba como loca pidiendo que la salven. Ella sabía que la iban a matar”, narró.
Alrededor de las 13 horas, una mujer alertó al servicio de emergencia 911, informando que su vecino, Oscar Galván (51 años), tenía a su ex pareja, Analía Mercedes Díaz (46), encerrada y que estaba siendo agredida. La mujer expresó su desesperación por liberar a Díaz y mencionó haber escuchado dos disparos antes de perder contacto. Horas después, al acercarse al lugar, los vecinos observaron a través de una ventana que ambos cuerpos estaban tendidos en el suelo.
La policía, dirigida por el comisario Eliseo Luna de la seccional 10ª, acudió al lugar y aseguró la escena del crimen. Posteriormente, llegaron los investigadores de Homicidios supervisados por Daniel Monteros, Susana Montero y Miguel Carabajal. El fiscal Carlos Sale lideró la inspección del lugar personalmente.
Según Juana Mendoza, vecina del área, Díaz y Galván eran novios, aunque no convivían. Díaz solía visitarlo por las mañanas y regresaba a su hogar posteriormente. Se mencionó que, a pesar de estar separada, vivía con su ex pareja y se resistía a abandonar la casa.
Los vecinos revelaron que aproximadamente cuatro meses atrás, la pareja tuvo una fuerte disputa que podría haber resultado en agresiones físicas. Se cree que Díaz denunció a Galván en ese momento y estuvo ausente durante varias semanas, pero regresó hace algunos meses.
Fuentes del Ministerio Público Fiscal confirmaron que Díaz había presentado una denuncia contra Galván a principios de este mes en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia. Informaron que el 8 de noviembre, el Ministerio Público Fiscal le otorgó una medida de protección, la cual no fue cumplida, ya que Díaz se presentó en el domicilio del acusado.
Marcela Ramírez, otra vecina, expresó su desconcierto ante la persistencia de la relación problemática, señalando que las peleas no eran recientes y que la víctima solo pudo escapar de esa situación con su trágica muerte.
