En el marco del proceso judicial que investiga la trágica muerte de Thiago Correa, el joven agente de la Policía Federal Argentina, Facundo Aguilar Fajardo, compareció este lunes ante la Fiscalía de Homicidios de La Matanza, a cargo del fiscal Diego Rulli. Durante su declaración, el uniformado de 21 años, imputado por el delito de homicidio con dolo eventual, ofreció su versión de los hechos y expresó su profundo pesar por lo sucedido.
Visiblemente afectado, Aguilar Fajardo manifestó que jamás imaginó que un niño se encontraría a metros de donde actuó, y reveló un sentimiento de angustia persistente: “Hubiera preferido que me mataran a mí antes que esto ocurriera”. Aseguró que su reacción fue provocada por una amenaza directa a su vida y a la de su madre, y que si no hubiera sido víctima de un asalto por parte de los presuntos delincuentes, Thiago seguiría con vida.
Durante su testimonio, el joven policía detalló que se encontraba camino a su trabajo en horas de la noche, acompañado por su madre, cuando ambos fueron interceptados por cuatro sujetos armados. Aguilar argumentó que se sintió acorralado y en peligro inminente, lo que lo llevó a responder con su arma reglamentaria. “Nunca pensé que a 200 metros habría un niño”, dijo, reiterando que su intención era únicamente protegerse y hacer que los agresores se alejaran.
En ese sentido, insistió en que su concentración estaba dirigida exclusivamente hacia los asaltantes y que actuó en defensa propia. Describió la escena como caótica y con condiciones de visibilidad extremadamente bajas: «Era una zona muy oscura, llena de obstáculos. Era imposible distinguir a alguien más”. También destacó que el entorno en el que ocurrieron los hechos no contaba con iluminación suficiente, lo cual habría dificultado cualquier apreciación clara de la escena.
Aguilar Fajardo subrayó que su intención jamás fue lastimar a terceros y que lamenta profundamente las consecuencias del episodio. “Desde que me enteré, no hay un solo día en el que no piense en mi hermanito de 11 años. Él también va a la escuela. No puedo evitar imaginar que le pase lo mismo que le pasó a Thiago: que lo hieran o lo maten en medio de un robo”.
Antes de concluir su exposición, el oficial solicitó formalmente una reconstrucción del hecho. Propuso que se realice a la misma hora en que tuvo lugar el incidente, con la participación de su madre, personal de criminalística y cuatro personas que simulen ser los atacantes. El objetivo de esta medida, explicó, es demostrar la oscuridad del lugar, la ausencia de transeúntes a esa hora y la imposibilidad de haber detectado la presencia del menor. “Necesito que esto se haga cuanto antes, porque confío en que así podré probar mi inocencia”, expresó con firmeza.
A pesar de su alegato, Aguilar Fajardo continuará detenido mientras avanza la investigación. La imputación que pesa sobre él contempla varias figuras penales graves: homicidio agravado por el uso de arma de fuego, cometido con exceso en la legítima defensa, en tres intentos, y con dolo eventual, todas estas calificadas como parte de un concurso ideal.