Impactante testimonio sobre el ataque en un country de Tafí Viejo | «Me apuntó con un arma»

La calma habitual de un barrio privado en Tafí Viejo se transformó en una escena de terror cuando un violento episodio sacudió la vida de Andrés Ostengo, abogado y empresario. Durante una entrevista, la víctima narró con detalle los angustiosos momentos que atravesaron él, su esposa y sus hijos al ser atacados por un grupo de delincuentes. Según describió, se trató de un hecho que parecía cuidadosamente planificado y que dejó a la familia con profundas secuelas emocionales.

«Fue una experiencia muy difícil»

Ostengo comenzó su relato haciendo énfasis en lo traumática que fue la situación: «Fue una situación muy fea, muy complicada. Por suerte pudimos escapar, pero seguimos con ese temor, reforzamos la seguridad, pero nos queda la pregunta de si van a volver». Sus palabras reflejan el impacto que el ataque ha tenido en su día a día, a pesar de las medidas que han tomado para protegerse.

Un ataque meticulosamente preparado

El empresario detalló que el grupo agresor estaba compuesto por tres hombres y una mujer, todos encapuchados y vestidos de negro, lo que daba cuenta de un nivel de organización y preparación inusual. «Era gente muy preparada, manejaban armas y conocían perfectamente la seguridad del barrio y la disposición de mi casa», explicó Ostengo. Además, señaló que las cámaras de seguridad registraron el ingreso de los atacantes al barrio, lo que sugiere que habían estudiado sus rutinas y detectado posibles puntos débiles del lugar.

Ostengo narró que los delincuentes ingresaron por el patio trasero, un espacio donde la familia suele pasar mucho tiempo juntos. «Entraron al patio trasero, que es donde pasamos la mayor parte del tiempo en familia. Todo indica que sabían dónde estaríamos y cuándo actuar. Incluso ingresaron a la habitación de uno de mis hijos, esperando encontrarlos allí», relató.

¿Robo o secuestro?

Aunque en un principio parecía tratarse de un simple robo, Ostengo no descarta que el objetivo real haya sido un intento de secuestro. «No sé qué buscaban, pero no parecía un asalto cualquiera. Me apuntaron con un arma y me ordenaron quedarme quieto. Decidí correr, y me siguieron como si quisieran atraparme. Eso no es típico de un robo», reflexionó, dejando entrever que los atacantes podrían haber tenido un propósito mucho más siniestro.

El inicio del ataque

El asalto ocurrió durante la noche, alrededor de las 21:50, mientras la familia estaba cenando y viendo un partido de fútbol. Ostengo recordó que minutos antes su esposa había salido a buscar un pedido de comida en la garita del barrio. «Mi esposa fue a buscar un pedido de comida en la garita del barrio. Cuando volvió, estábamos sentados en la mesa viendo un partido de fútbol. De repente, nuestro perro comenzó a ladrar de forma extraña. Mi esposa giró y me dijo: ’Hay alguien en la casa, corran’».

Los atacantes, según describió, se dividieron estratégicamente para controlar tanto el interior como el exterior de la vivienda. Ante el peligro, la familia decidió seguir un protocolo de escape previamente pensado: salir por una ventana y correr hacia la garita de seguridad en busca de ayuda.

«Mi hijo y mi esposa lograron escapar por la cocina. Yo intenté cerrar las puertas para dejarlos encerrados dentro de la casa, pero cuando giré, los vi. Uno me apuntó y me dijo que me quedara quieto. Decidí correr, y comenzaron a perseguirme», narró con evidente angustia.

Investigación y pruebas

Luego del ataque, Ostengo se reunió con el fiscal a cargo del caso para entregar todas las pruebas disponibles, incluidas las grabaciones de las cámaras de seguridad del barrio. Durante la revisión del perímetro, se detectó que los delincuentes habían accedido a la propiedad a través de un agujero en un terreno colindante.

El abogado afirmó que los atacantes tenían conocimientos avanzados en tácticas de seguridad. «Esto no fue algo al azar. Estas personas están vinculadas a fuerzas de seguridad, son muy organizadas. Usaban técnicas específicas para moverse con armas. Eso me hace pensar que no venían solo por objetos de valor», destacó. Aunque lograron llevarse algo de dinero en efectivo, los delincuentes dejaron otros objetos de valor, lo que refuerza su teoría de que el ataque tenía un propósito diferente.

Repercusiones en la familia y pedido de justicia

El episodio dejó profundas secuelas en la familia, que ha decidido implementar medidas adicionales para reforzar la seguridad de su hogar. «Nunca pensé que vivir en un barrio privado terminaría en esta situación. Ahora tenemos que vivir con miedo, con alarmas que suenan ante cualquier movimiento. Solo quiero tranquilidad para mis hijos», expresó Ostengo con evidente preocupación.

Mientras la investigación sigue su curso y las autoridades analizan varias pistas, la identidad de los atacantes aún no ha sido confirmada. Sin embargo, Ostengo espera que se haga justicia para evitar que otras familias vivan una experiencia similar. «Espero que se haga justicia y que este tipo de hechos no se repitan, ni para nosotros ni para nadie más», concluyó, dejando claro que su principal deseo es recuperar la paz para él y sus seres queridos.