En el marco de un juicio oral y público llevado en su contra, un sujeto de 24 años fue condenado a 18 años de prisión tras ser declarado culpable de una serie de abusos sexuales cometidos en contra de las hijas de su expareja, dos menores de edad que al momento de los ataques tenían 7 y 4 años.
La causa se inició en abril de 2019, con la detención del acusado, luego de que la menor de las víctimas ingresara al Hospital de Medinas con lesiones en sus partes íntimas. Con el avance de la investigación, se pudo establecer que no sólo la niña de 4 años había sido atacada, sino también su hermana de 7.
La Unidad Fiscal de Delitos Complejos de Concepción, a cargo de Mónica García de Targa, fue la encargada de llevar adelante la acusación durante el debate que comenzó el pasado 3 de octubre y se extendió hasta ayer miércoles 11. La fiscalía presentó numerosas pruebas que incriminaban al imputado, como ser las declaraciones de las menores en Cámara Gesell, las pericias psicológicas tanto de las víctimas como del victimario, los informes médicos de rigor y las declaraciones de 16 testigos, elementos con los cuales logró acreditar la existencia de los abusos y la autoría de los mismos por parte del acusado.
Según se pudo develar en las audiencias del juicio, los ataques ocurrieron entre octubre de 2018 y marzo de 2019, en la casa donde vivían las niñas junto a su madre, ubicada en el camino entre Concepción y la localidad de Medinas.
En primer lugar, el sujeto abusó a la mayor de las niñas, a quien le propinaba besos sin su consentimiento y en ausencia de la madre. Luego, procedió con la niña de 4 años, a quien se comprobó accedió carnalmente.
En los alegatos de cierre del debate, el Ministerio Público Fiscal solicitó la pena de 18 años de cárcel. Dicha condena fue aceptada por el tribunal interviniente, que resolvió declarar al imputado autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual simple y abuso sexual con acceso carnal, hechos que tuvieron la agravante en ambos casos de ser cometido en contra de menores de edad aprovechándose de la situación de convivencia preexistente.