En la sexta audiencia del juicio sobre la muerte de Diego Maradona, los forenses encargados de realizar la autopsia ofrecieron detalles impactantes sobre las condiciones en las que el astro del fútbol falleció. Durante su testimonio, revelaron que Maradona experimentó una «muerte en agonía», y mencionaron que durante el procedimiento, extrajeron más de tres litros de agua de su abdomen, además de detectar una notable acumulación de grasa en las paredes de su corazón.
Los peritos, Carlos Mauricio Casinelli y Federico Corasaniti, quienes son parte de los cinco forenses que firmaron el informe final, explicaron en profundidad los resultados de la autopsia. Según Casinelli, Maradona falleció debido a un «edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca congestiva reagudizada», una condición vinculada con una miocardiopatía dilatada. Este diagnóstico subraya una serie de problemas de salud graves que contribuyeron a su trágica muerte.
Durante su testimonio, Casinelli compartió detalles específicos sobre el estado de varios órganos de Maradona. Señaló que su corazón pesaba el doble de lo normal, alcanzando 503 gramos, y que los pulmones también estaban considerablemente aumentados en peso, superando los 150 gramos. Además, los riñones estaban agrandados y presentaban características de enfermedad, y como ya se mencionó, se encontró una gran cantidad de líquido en el abdomen, lo que sumó hasta tres litros de agua.
El perito agregó que la agonía, en un paciente con insuficiencia cardíaca, puede ser un proceso gradual y que Maradona pudo haber estado en esa fase durante las últimas 12 horas antes de su muerte, comenzando desde la madrugada del 25 de noviembre. Esto indicó que, aunque no se puede determinar con exactitud el momento de la defunción, se estimó que Maradona podría haber muerto entre las 9:00 a.m. y las 12:00 p.m. del 25 de noviembre.
Casinelli también relató su llegada a la casa donde Maradona fue encontrado muerto. Describió la escena como un entorno no apto para un paciente con la salud deteriorada que tenía el exfutbolista. El lugar no parecía adecuado para una internación domiciliaria, ya que la habitación estaba mal iluminada y carecía de las condiciones necesarias para tratar una situación médica tan grave. Maradona, según el perito, se encontraba en una cama con un abdomen notablemente hinchado.
El testimonio fue tan impactante que Jana Maradona, la hija del Diez, decidió abandonar la sala de audiencia ante la proyección de imágenes fuertes que describían el estado del cuerpo de su padre.
Este informe detallado de los forenses subraya las serias condiciones médicas de Maradona antes de su muerte y la posible negligencia en el tratamiento que pudo haberle costado la vida. Las revelaciones siguen siendo un tema de gran discusión en el juicio por la muerte de uno de los más grandes futbolistas de la historia.
