La balacera contra el hijo del Mono Ale podría quedar impune debido a que la víctima optó por guardar silencio

El caso del ataque sufrido por Facundo Ale enfrenta serias complicaciones debido a la falta de colaboración de la víctima. A pesar de la gravedad de lo ocurrido, la denuncia presentada por los abogados de Ale no contiene suficientes detalles que permitan avanzar en la investigación, lo que podría llevar al fiscal Mariano Fernández a considerar el archivo de la causa. En el marco de la legislación argentina, los delitos de instancia privada, como las lesiones leves, requieren el consentimiento de la víctima para que el Ministerio Público pueda actuar de manera efectiva.

El ataque se produjo un sábado por la noche, cuando una camioneta Renault Oroch de color negro se detuvo en una esquina de la ciudad. De este vehículo descendió un hombre armado con una pistola ametralladora, quien disparó al menos diez veces, hiriendo a Facundo Ale en varias partes del cuerpo. Debido a la gravedad de sus heridas, Ale fue trasladado al hospital Padilla, donde recibió atención médica y luego fue dado de alta. A pesar de la magnitud del incidente, Ale no ha formalizado una denuncia ante la policía.

En su lugar, los abogados de Ale, Ricardo Fanlo y Agustín Monteros, presentaron una denuncia en la Unidad Fiscal de Decisión Temprana, que luego fue derivada a la Unidad Fiscal Criminal para su investigación. No obstante, la ausencia de un testimonio formal por parte de la víctima dificulta la labor de los fiscales, quienes dependen de su declaración para avanzar en el caso. Fanlo ha señalado que su cliente se presentará ante la fiscalía la próxima semana, argumentando que su ausencia se debe a un proceso de recuperación por las lesiones sufridas, así como a su reciente absolución en un caso judicial por abuso sexual.

Este contexto personal de Facundo Ale podría influir en su disposición para colaborar con la justicia. Las autoridades sospechan que el ataque podría estar relacionado con disputas internas dentro de la barra brava de San Martín. Al día siguiente del incidente, durante un partido clave para la continuidad de San Martín en la B Nacional, apareció una bandera en la tribuna que apuntaba a dos individuos, Javier “Chuky” Casanova y Walter “Petiso David” Lobo, acusándolos de estar involucrados en actividades delictivas vinculadas al narcotráfico.

Estos dos individuos son considerados rivales de Ale dentro de la estructura de la hinchada, lo que añade una capa de complejidad al caso. “Petiso” David ha negado su implicación en el ataque, mientras que “Chuky” ha mostrado disposición para colaborar con la justicia, lo que podría ayudar a esclarecer los hechos. Los investigadores consideran que la aparición de la bandera no es un hecho aislado y podría ser parte de una estrategia más amplia para eliminar a rivales en la lucha por el control de la barra. Sin embargo, sin la colaboración activa de Facundo Ale, el futuro de la investigación sigue siendo incierto.