En San Miguel de Tucumán, un trágico episodio tuvo lugar en la zona cercana al Parque Guillermina, donde un joven de 20 años perdió la vida tras recibir un impacto de bala en el tórax mientras se desplazaba en motocicleta. De acuerdo con la versión proporcionada por su acompañante, instantes antes habrían cometido el robo de una bicicleta, lo que podría haber motivado el ataque con disparos perpetrado por un individuo cuya identidad aún no ha sido establecida.
El violento suceso también dejó como saldo un menor de 15 años herido, aunque su estado de salud no reviste gravedad. El impacto del hecho sacudió a la comunidad del barrio y desató enfrentamientos entre familiares del fallecido y las fuerzas de seguridad, culminando con la detención de seis personas.
Los primeros reportes sobre el crimen surgieron alrededor de las 8:30 de la mañana, cuando vecinos del área notificaron a las autoridades sobre la presencia de un cuerpo sin vida en la intersección de la avenida Mate de Luna y Rufino Cossio, justo frente al Parque Guillermina.
Ante el aviso, diversas unidades policiales, entre ellas personal de las comisarías de la jurisdicción, miembros del Grupo Especial de Apoyo Motorizado (GEAM), agentes de Infantería y la División Homicidios, se trasladaron rápidamente hasta la escena del crimen. Allí, procedieron a asegurar la zona para dar inicio a las tareas investigativas correspondientes.
Especialistas del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) realizaron una inspección forense del cuerpo y confirmaron que la víctima, identificada como Nelson Lautaro Pérez, había sufrido una lesión de arma de fuego con orificio de entrada y salida a la altura del tórax. Durante el transcurso de la investigación, también se determinó que el joven se encontraba cumpliendo una condena bajo régimen de libertad condicional por un caso de robo agravado.
Mientras los efectivos policiales continuaban relevando información en el área, encontraron dos motocicletas sin patente, una de las cuales estaba registrada a nombre de Pérez. Poco después, un joven de 18 años, identificado con las iniciales J.B.J., se acercó a los agentes para dar su testimonio sobre lo ocurrido.
Según su relato, tanto él como Pérez y el menor de 15 años habían interceptado a un hombre en la calle San Martín para despojarlo de su bicicleta. Minutos después, mientras transitaban por la intersección de Godoy Cruz y Félix de Olazábal, fueron atacados a tiros por un desconocido, lo que derivó en la muerte de Pérez y en la lesión del adolescente.
Las grabaciones captadas por cámaras de seguridad instaladas en la zona corroboraron la versión brindada por J.B.J., y durante la inspección en la escena del crimen, los investigadores hallaron una vaina servida de 9 milímetros. Además, al revisar los registros hospitalarios, se constató que el menor herido había sido trasladado al Hospital Padilla con una lesión en la parte posterior del tórax, aunque su estado era estable y no corría riesgo vital.
Mientras los peritos trabajaban en el lugar del asesinato, familiares y allegados de Pérez comenzaron a congregarse en el área, generando disturbios que derivaron en enfrentamientos con la policía. Según el informe oficial, algunos de los presentes arrojaron piedras contra los efectivos, hiriendo a uno de ellos y poniendo en riesgo la preservación de la escena del crimen.
Ante la escalada de violencia, y con la autorización del fiscal Mariano Fernández, de la Unidad Fiscal de Investigación Criminal, seis personas, cuyas edades oscilaban entre los 16 y 28 años, fueron detenidas bajo la imputación de atentado y resistencia a la autoridad.
El caso provocó indignación entre los habitantes del barrio Guillermina, quienes expresaron su preocupación por el aumento de delitos en la zona. Francisco Albarracín, un vecino del sector, denunció la creciente inseguridad y señaló que los robos son una constante a toda hora del día. “Esto ya viene desde hace años. Acá asaltan a jubilados, a personas con discapacidad, y ahora que empiezan las clases, los delincuentes se dedican a robarles las mochilas a los chicos”, afirmó.
Por su parte, María Cristina Vera, de 62 años, manifestó su temor ante la violencia nocturna en el barrio. “De noche se escuchan disparos, pasa una moto y ya te asustás. Si ves un auto acercarse, estás en alerta todo el tiempo, no podés caminar tranquilo”, comentó con preocupación.
En respuesta a la creciente inquietud vecinal, Albarracín propuso la instalación de garitas del sistema de emergencias 911 en puntos estratégicos, como el bulevar y la intersección de Lamadrid con Rufino Cossio, con el objetivo de reforzar la presencia policial y reducir los hechos delictivos en la zona.
La causa quedó en manos de la Fiscalía de Homicidios II, a cargo de Carlos Sale, quien dispuso el secuestro de los elementos encontrados en la escena para avanzar en la reconstrucción del episodio y determinar la identidad del autor de los disparos. Mientras tanto, los vecinos del Parque Guillermina continúan exigiendo medidas concretas para frenar la ola de violencia que afecta al barrio.
