La madre de un implicado en sobornos a bagayeros tenía $30 millones ocultos en baldes

La reciente investigación sobre la corrupción en la Gendarmería, vinculada al cobro de sobornos de los bagayeros, es un claro reflejo de los problemas profundos que afectan tanto a nuestra provincia como al país en general.

Según los informes, los gendarmes recibían pagos de hasta 400.000 pesos por cada micro que transportaba mercadería ilegal, lo que les permitía acumular alrededor de un millón de pesos diarios. Este esquema de sobornos, revelado por la Justicia federal, se caracterizaba por su simplicidad y alta rentabilidad. Funcionaba de manera rudimentaria, casi con la misma precariedad que los bagayeros mismos, pero beneficiando a ambas partes: los bagayeros abonaban las coimas mediante transferencias a los familiares de los gendarmes, quienes luego distribuían el dinero. A su vez, los pagos también se realizaban en efectivo. Un ejemplo llamativo es el de la madre de uno de los gendarmes, quien almacenaba en su casa la asombrosa suma de 30 millones de pesos, guardados en baldes, lo que revela lo artesanal de la operación.

Este tipo de esquema no es un caso aislado. El año pasado, en Santiago del Estero, una organización similar fue desarticulada, y más recientemente, en Salta, ocho gendarmes fueron procesados por prácticas similares. En nuestra provincia, Tucumán, el panorama es igualmente sombrío: 12 gendarmes y nueve civiles fueron procesados por su vinculación con los bagayeros. Entre los involucrados destaca la madre del gendarme López, conocida como “la señora de los baldes”.

Hace aproximadamente diez días, varios gendarmes fueron detenidos de manera sorpresiva durante un acto en las instalaciones de Gendarmería en Las Talitas. Mientras se les llamaba a formar parte del saludo protocolar, se les ordenó dar un paso al frente, momento en el que fueron arrestados. Esta semana, el juez federal José Manuel Díaz Vélez los interrogó, y en los próximos días se decidirá si serán procesados judicialmente.

Las investigaciones revelaron que uno de los detenidos tenía en su domicilio 36 porciones de cocaína, junto con costosos reactivos utilizados en pruebas de detección de drogas, aparentemente sustraídos de la fuerza federal. Otros gendarmes poseían ropa y productos de contrabando, incluyendo celulares y electrodomésticos. De hecho, no solo recibían sobornos en dinero, sino también en mercancía, creando lo que algunos llamaron una “coima polirrubro”.

Aunque no existía una coordinación formal entre los diferentes grupos de gendarmes del NOA, operaban con una suerte de acuerdo tácito para no interferir en las áreas controladas por otros. Según estimaciones judiciales, este esquema de sobornos se replicaba en al menos 11 puestos de control entre Orán y Tucumán.

El detonante del escándalo en Tucumán ocurrió en un puesto de control en Aguilares en febrero. En esa ocasión, un transportista que ya había pagado una coima se quejó al ser nuevamente solicitado para otro pago y ser sometido a un control adicional. Esta queja provocó que las autoridades comenzaran a investigar más a fondo, revelando un registro detallado de los pagos realizados en cada uno de los puestos de control.

La operación, bautizada como «Dignidad», no solo expuso el auge del contrabando en la región, sino que también desveló la creciente infiltración del narcotráfico en estas actividades ilícitas. Hace apenas 15 días, un bagayero fue arrestado en posesión de 137.000 dosis de drogas sintéticas, lo que elevó la preocupación por el vínculo entre el contrabando y el tráfico de estupefacientes. Esta situación coincidió con la decisión del gobernador Osvaldo Jaldo de prohibir las fiestas electrónicas en la provincia, argumentando que dichos eventos eran un punto de comercialización y consumo de drogas.

En resumen, este caso evidencia un sistema corrupto que involucra a miembros de las fuerzas de seguridad y muestra cómo el contrabando y el narcotráfico se entrelazan en las actividades diarias de nuestra región, lo que agrava aún más las condiciones sociales y de seguridad de nuestra provincia.