Un episodio de inseguridad poco común tuvo lugar el domingo por la mañana en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Una mujer aguardaba la llegada de un vehículo de transporte por aplicación en la intersección de las calles Don Bosco y Paso de los Andes, justo frente a la casa de una amiga, cuando fue sorprendida por un motociclista que intentó asaltarla.
El delincuente, de manera amenazante, le gritó: “¡Dame todo lo que tenés!”. Sin embargo, la reacción de la víctima fue inmediata y astuta: lanzó su teléfono celular hacia el interior de la vivienda donde se encontraba su amiga, logrando de esa manera frustrar el robo en cuestión.
Poco después del intento delictivo, una patrulla motorizada que recorría la zona detectó al sospechoso y procedió a su aprehensión a escasos metros del lugar del hecho.
Al día siguiente, la Unidad Especializada de Robos y Hurtos II del Ministerio Público Fiscal inició una audiencia judicial contra el detenido, un hombre de 28 años, al cual se le imputó el delito de robo simple en grado de tentativa.
Durante la instancia judicial, la auxiliar de fiscal Emilia Arias Ferrero, quien representó a la titular de la fiscalía Susana Cordisco, solicitó la aplicación de medidas de menor intensidad por un período de tres meses, teniendo en cuenta la posibilidad de arribar a una solución alternativa para el caso.
El juez que intervino aceptó la solicitud y, en el marco de lo establecido por el artículo 235 del Código Procesal Penal, dispuso restricciones concretas: el acusado tiene prohibido acercarse a la víctima y a su entorno familiar en un radio inferior a los 200 metros, además de no poder aproximarse al domicilio donde se produjo el intento de robo.
Con estas medidas, el expediente judicial seguirá bajo investigación, mientras el imputado permanece bajo las condiciones impuestas por la Justicia con el fin de asegurar que cumpla con el proceso legal en curso.