La Justicia de Tucumán resolvió este martes 2 de diciembre ampliar el plazo de la investigación y mantener por tres meses más la prisión preventiva de Daniela Fernanda Ávila, de 25 años, madre de Kiara Caro, la niña de siete años que apareció muerta en el río Lules en marzo pasado. Ávila está acusada del delito de abandono de persona seguido de muerte, agravado por el vínculo maternal.

La medida fue tomada durante la sexta audiencia del proceso, luego de que el Ministerio Público Fiscal planteara la necesidad de contar con más tiempo para finalizar la acusación formal. Desde la Unidad Fiscal de Homicidios I explicaron que la etapa investigativa está casi concluida, pero aún requieren un plazo adicional para redactar el requerimiento de elevación a juicio.
En representación del fiscal Pedro Gallo, el auxiliar fiscal Lucas Maggio pidió que se concedieran 28 días extras para concluir la investigación y que también se prolongara la prisión preventiva de la imputada. La jueza aceptó la solicitud, aunque extendió el tiempo de investigación a 38 días, fijando como fecha límite el 12 de febrero de 2026, sin computar la feria judicial de enero. Asimismo, ratificó que Ávila continuará detenida mientras avanza el proceso hacia la instancia de juicio oral.
Un caso que sacudió a toda la provincia
El 2 de marzo, la desaparición de Kiara y su posterior hallazgo sin vida generaron una profunda conmoción social. La menor fue encontrada en el río Lules, horas después de que su madre avisara a las autoridades que no sabía dónde estaba.
Según la hipótesis del Ministerio Público Fiscal, durante la madrugada de ese día, Ávila asistió junto a su hija a los corsos del barrio Ex Ingenio Lules. Al retirarse y dirigirse hacia la vivienda de su pareja, habría decidido tomar un atajo por un camino de tierra hacia la zona conocida como Puente Negro.
En ese trayecto, siempre según la acusación, la mujer intentó cruzar el cauce del río Lules caminando. La investigación sostiene que Ávila logró atravesar el río, pero dejó a la niña atrás, en una situación de peligro, sin asistirla pese a conocer que la menor no tenía la capacidad de valerse por sí misma.
La pequeña quedó expuesta en el cauce, sufrió traumatismos en la cabeza, aspiró barro y finalmente murió por asfixia por inmersión, de acuerdo con los peritajes.
Con la prórroga otorgada, la Fiscalía avanzará en la redacción del requerimiento de apertura del juicio oral y público. Mientras tanto, Ávila permanecerá en el penal provincial. La causa se encamina hacia su instancia decisiva, a nueve meses de un hecho que impactó profundamente a la comunidad de Lules.
