Una nueva investigación judicial por presunta estafa piramidal volvió a generar conmoción en Tucumán, luego de que se descubriera el accionar de una empresa financiera que habría captado grandes sumas de dinero de pequeños y medianos ahorristas bajo falsas promesas de rentabilidad. Se trata de Sunday SRL, una firma con sede en Yerba Buena, que, según la pesquisa, era manejada por un grupo de hermanos de apellido Guanuco, quienes ofrecían atractivos planes de inversión con ganancias mensuales del 10% al 15%, tanto en pesos como en dólares.
De acuerdo con los primeros informes, la empresa comenzó a operar en 2023, instalándose en avenida Aconquija al 1200, donde desplegó una estrategia de marketing orientada a presentarse como un emprendimiento moderno y transparente. Prometían inversiones “simples, digitales y sin letra chica”, buscando atraer a inversores locales a través de redes sociales y contactos personales. Su discurso de innovación y confiabilidad resultó convincente para muchos tucumanos que, seducidos por los supuestos beneficios, entregaron importantes sumas de dinero con la esperanza de obtener retornos rápidos y abultados.
El 30 de diciembre de ese mismo año, los hermanos Guanuco incluso llegaron a figurar en una nota destacada de La Gaceta, en la que se presentaban como jóvenes empresarios exitosos que habían revolucionado el sistema financiero digital, describiéndose como “cinco hermanos que prestan dinero cien por ciento online”. Además, se mostraban públicamente vinculados al Cluster Tucumán, una red de emprendedores locales, lo que reforzaba su imagen de legitimidad.
Sin embargo, detrás de esa fachada de emprendimiento innovador se escondía, según los denunciantes, un esquema piramidal que colapsó apenas un año después. Los testimonios coinciden en que, al principio, las ganancias eran cumplidas en tiempo y forma, lo que fortalecía la confianza de los inversores. Pero hacia mediados de julio de 2025, los pagos comenzaron a demorarse, los intereses dejaron de acreditarse y los responsables empezaron a ofrecer “planes de reestructuración” que jamás se concretaron.
Uno de los damnificados relató que, por una inversión de 10.000 dólares, la empresa prometía casi 9.000 dólares de ganancia en apenas seis meses, una rentabilidad desproporcionada que, en retrospectiva, evidencia la naturaleza fraudulenta del esquema. Cuando los primeros inversores comenzaron a reclamar la devolución de su dinero, los hermanos Guanuco alegaron “problemas de liquidez temporales” y pidieron paciencia, pero poco después dejaron de responder los llamados y mensajes.
El caso llegó a la Justicia tucumana con al menos 20 denuncias formales, aunque se estima que el número de perjudicados podría ser mucho mayor. Tres de los afectados iniciales presentaron pruebas ante el fiscal Diego López Ávila, quien, al constatar indicios de defraudación masiva, ordenó allanamientos simultáneos en los domicilios de los principales implicados. En los operativos se incautaron celulares, computadoras, documentos financieros y contratos que serán peritados para reconstruir la operatoria del grupo.
Entre los principales señalados figuran Andrea Luciana Guanuco, titular formal de Sunday SRL; Diego Ariel Guanuco, que habría desempeñado funciones gerenciales; y José María Salazar, pareja de Andrea y señalado como partícipe activo en las decisiones financieras. No obstante, la investigación también apunta a otros miembros de la familia Guanuco, quienes habrían tenido roles administrativos, de firma de contratos y de evaluación de riesgos: Luciana, Natalia, Federico y Gustavo Guanuco.
Paralelamente, otro grupo de 16 inversores, representados por los abogados Camilo Atim y María Florencia Abdala, presentó una denuncia penal por defraudación y estafa piramidal, reclamando la restitución de $197 millones y 154.000 dólares, montos que podrían aumentar a medida que se incorporen nuevos testimonios.
A pedido del Ministerio Público Fiscal, el juez a cargo de la causa dispuso el congelamiento preventivo de los bienes de los imputados, medida destinada a evitar la fuga de capitales y garantizar eventuales compensaciones económicas a los damnificados.
Este nuevo escándalo financiero se suma a una serie de episodios recientes en Tucumán, donde distintos esquemas de inversión “rentables y seguras” resultaron ser fraudes cuidadosamente montados para aprovechar la falta de regulación y el desconocimiento financiero de los ahorristas. En el caso de Sunday SRL, la Justicia intenta ahora determinar el destino del dinero recaudado y el grado de participación de cada uno de los involucrados, mientras crece la indignación de quienes confiaron en una promesa de prosperidad que terminó convirtiéndose en una estafa de gran escala./Fuente:Contexto