Con gran consternación y enojo, los niños y niñas del barrio 130 Viviendas protestaban este martes frente a la casa de uno de los detenidos por el asesinato de Juanjo González, un niño de 10 años cuya muerte ha dejado a la comunidad sumida en el dolor en Tucumán. Portando botellas de plástico y cartones, los pequeños gritaban «¡Que se vaya!», reflejando la tensión que se vive en el lugar.
El barrio se encuentra en medio de una profunda tristeza y reclamo de justicia, como explicó Ruth, una vecina cercana: «Juanjo estaba en la casa de un vecino jugando con otro niño cuando le dispararon en la cabeza. Pedimos justicia por él. Hoy fue Juanjo, mañana podría ser otro. No queremos que más vidas terminen por culpa de un delincuente como este».
Ruth también describió al vecino acusado como una persona peligrosa: «Este hombre es un delincuente. Vino a atacar a los chicos que solo estaban jugando. No soportaba verlos disfrutar de su inocencia. En nuestro barrio, los niños tienen la libertad de jugar, pero él los veía y los amenazaba de muerte. Quería que los niños se volvieran delincuentes, no que jugaran».
Otra vecina, visiblemente indignada, denunció que la familia del detenido también ha actuado de forma violenta: «Entraron a la casa del niño y nos golpearon a todas nosotras, que somos mujeres. Tenemos videos de lo ocurrido. Además, agredieron a los niños. Queremos que se vayan del barrio. La madre, el hermano, todos son cómplices del asesino. La madre escondió el arma; todos encubrieron el crimen».
El testimonio más desgarrador vino de Marcela, quien no pudo contener las lágrimas al relatar lo que ocurrió: «Mi hijo de 8 años vio todo y me contó: a Juanjo lo mataron como a un perrito. A las 9:30 de la mañana, estaba poniéndole las zapatillas a mi hija para ir a la escuela cuando escuché dos disparos. Al regresar a mi casa, vi al niño herido en el comedor. El vecino lo había llevado allí y lo dejó tirado. Luego culparon a mi hermano, que es discapacitado, y a mi papá, que estaba durmiendo. Ahora también están detenidos».
Entre la desesperación y los gritos de Marcela, los periodistas Franco Carletto y Mariana Romero, de Los Primeros, intentaron calmarla para que pudiera detallar lo sucedido: «Fue Matías quien lo mató. Entró a mi casa y mi hijo de 8 años vio todo. Vio cómo Matías le disparó dos tiros en la cabeza a Juanjo».
Este terrible incidente ha sacudido profundamente a la comunidad del barrio 130 Viviendas, que sigue bajo una fuerte vigilancia policial mientras se desarrollan las investigaciones.