💬 Menem advierte: “Cuidado con los gremios” en la reforma laboral y se cruza con Sturzenegger

Una fuerte disputa interna dentro del oficialismo provocó un retraso inesperado en el envío del proyecto de modernización laboral al Senado, que finalmente se presentará una vez que Javier Milei regrese de Noruega.

Federico Sturzenegger.

El conflicto enfrenta a dos sectores del Gobierno: por un lado, Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación, busca aprovechar la reforma para atacar de manera frontal las cajas que financian a los gremios, eliminando los aportes sindicales obligatorios, que él denomina “peajes sindicales”. Según Sturzenegger, algunos trabajadores llegan a pagar hasta $1,3 millones al año en contribuciones obligatorias a los sindicatos, un monto que considera excesivo y escandaloso.

Sin embargo, esta postura chocó con la visión más cauta del asesor presidencial Santiago Caputo, quien recomienda no avanzar de manera agresiva contra los gremios en este momento. Curiosamente, Caputo encontró un aliado en el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quien advierte que un enfrentamiento abierto podría entorpecer la sanción de leyes prioritarias como el presupuesto 2026 y los proyectos de equilibrio fiscal e inocencia fiscal.

En la Cámara de Diputados, los libertarios prefieren no “agitar las aguas”, conscientes de que diciembre suele ser un mes conflictivo y de alta movilización sindical. De hecho, la CGT convocó de urgencia a su consejo directivo y podría implementar medidas de presión si el debate se desarrolla sin consensos. El objetivo del oficialismo es evitar episodios violentos como los ocurridos en diciembre de 2017 durante la discusión de la reforma previsional de Mauricio Macri.

El jefe de Gabinete, Manuel Adorni, confirmó que las modificaciones en materia gremial no formarán parte del proyecto que se enviará al Congreso en esta instancia, sino que se incluirán en una segunda ley. Esto implica que los aportes sindicales obligatorios no sufrirán cambios inmediatos, y Sturzenegger perdería terreno en la disputa interna. El Congreso ya ha mostrado resistencia a este tipo de reformas: durante todo un año, la UCR intentó modificar la ley de asociaciones sindicales sin éxito, debido a la oposición tanto de kirchneristas como de libertarios.

La decisión final sobre el proyecto quedará en manos de Milei cuando regrese de Noruega y firme el envío al Congreso. Los colaboradores de Sturzenegger reconocen que su rol es diseñar las reformas, mientras que la política debe velar por la relación con los sindicatos y la estabilidad social.

Este aplazamiento también afecta los planes de Patricia Bullrich, jefa del bloque de senadores libertarios, que pretendía agilizar la media sanción de la reforma antes de fin de mes. Ahora, la discusión en comisiones recién comenzará la semana siguiente, lo que retrasa la posibilidad de tratar el proyecto en el recinto antes de fin de año, especialmente considerando el receso por las fiestas.