La controversia política en el ámbito nacional se intensificó notablemente tras el fracaso de la sesión en el Senado que debía tratar el proyecto de Ley de Ficha Limpia. La votación, que terminó sin los apoyos suficientes, alimentó las sospechas sobre una posible alianza entre el presidente Javier Milei y Carlos Rovira, el influyente líder político misionero y exgobernador de esa provincia. La caída del proyecto en el recinto fue atribuida, en parte, a la inesperada decisión de dos senadores provinciales que modificaron su postura a último momento, impidiendo que la propuesta avanzara.
Según reportó un periodista del diario La Nación, durante una habitual reunión de los jueves con sus dirigentes, Rovira habría justificado el cambio de postura con una frase que encendió las alarmas: «Lo pidió Javier Milei». Este encuentro se llevó a cabo en el seno de la escuela de formación política que el caudillo misionero dirige, y que funciona como una plataforma desde la que ejerce un férreo control sobre la política provincial. Allí, Rovira felicitó expresamente a los senadores Sonia Rojas Decut y Carlos Arce por alterar su voto respecto del proyecto.
La periodista Paula Marussich, al aire en el programa De Una de C5N, sumó más leña al fuego al informar que un corresponsal presente en una sesión de la Legislatura de Misiones aseguró que Rovira les habría revelado a sus allegados que recibió una llamada directa del presidente Milei. «Tampoco lo voy a estar escondiendo como si fuese algo terrible, pero no es algo que voy a contar», habría dicho Rovira, dejando entrever que la comunicación existió y que habría tenido como objetivo frenar el avance de la Ley de Ficha Limpia. “Confirma que Milei lo llamó para voltear Ficha Limpia”, sostuvo Marussich en su intervención.
Frente a estas versiones, desde la Casa Rosada se apresuraron a desmentir la existencia de un acuerdo secreto con Rovira. El vocero presidencial, Manuel Adorni, rechazó con firmeza las acusaciones a través de su cuenta oficial, criticando el enfoque del periodismo que difundió la noticia. “Sin ningún textual y sin ninguna fuente. 100.000 millones de pesos de pauta en acción: nosotros la vamos a eliminar. Fin”, escribió Adorni, apuntando contra los medios y sugiriendo que detrás de la información publicada hay una intención política y económica de desestabilización.
La frustrada aprobación de la Ley de Ficha Limpia generó un profundo malestar entre sectores que venían impulsando la iniciativa, y tensó aún más la relación entre La Libertad Avanza y el PRO, en un momento clave de negociaciones de cara a las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires. En ese marco, la senadora Silvia Lospennato dio una contundente conferencia de prensa en la que no ahorró críticas al oficialismo. “Me da asco que subestimen a los argentinos”, expresó con dureza, responsabilizando directamente al Gobierno por la derrota parlamentaria del proyecto.
En respuesta a las múltiples acusaciones, el propio presidente Javier Milei se refirió al episodio durante su participación en el 11° Latam Economic Forum. Allí, descartó la existencia de un pacto y atribuyó el resultado de la votación a factores internos dentro del Congreso: “No estaban los votos, fue una operación teñida de amarillo”, dijo en clara referencia a sectores del PRO. Según Milei, el bloque de La Libertad Avanza, compuesto por seis senadores, había logrado recolectar 37 firmas con las que pretendía llevar el proyecto al recinto para su aprobación. Sin embargo, reveló que “gente de Juntos por el Cambio se negó a hacer esa firma”, dejando entrever que la responsabilidad del fracaso no reside en su espacio, sino en la falta de colaboración de otros bloques opositores.