Durante un acto oficial realizado en Córdoba, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, hizo declaraciones que generaron sorpresa al reconocer públicamente las dificultades que enfrentan numerosos argentinos para acceder a una vivienda. La funcionaria admitió que los precios de los alquileres en el país son extremadamente elevados y que el acceso a una vivienda se ha vuelto sumamente complejo, una afirmación que contrasta con el discurso optimista que suele mantener el gobierno nacional.
La ministra realizó estas afirmaciones en el contexto de una ceremonia en la que se entregaron viviendas destinadas al personal de Gendarmería Nacional, unidades que habían sido originalmente planificadas bajo el programa Procrear, ya desmantelado por la actual administración. Según explicó, las familias de los efectivos de Gendarmería enfrentan una carga significativa debido a la constante movilidad que implica su labor.
“Como Gendarmería tiene mucho movimiento de su gente, que significa un esfuerzo enorme para las familias y un gran sacrificio, en muchos lugares los alquileres que les cobran son altísimos”, expresó Bullrich, haciendo hincapié en las condiciones que afectan al personal bajo su órbita. Añadió además: “Es un problema enorme el que tenemos con las viviendas en Gendarmería”.
La ministra fue aún más precisa al referirse a determinadas zonas del país donde los precios se vuelven impagables para los agentes: “En El Chaltén alquilar una casa es dejar el sueldo. En Bariloche, en temporada, los alquileres se van para arriba”, señaló, sin hacer alusión al rol que ha tenido el propio Gobierno en el agravamiento de esta crisis habitacional.
Cabe recordar que la administración actual eliminó la Ley de Alquileres, desarticuló programas de acceso a la vivienda como Procrear, aplicó una devaluación del peso al inicio de su gestión, y mantiene un congelamiento salarial en sectores clave, lo que profundizó aún más el desequilibrio entre ingresos y costo de vida.
A nivel nacional, los valores promedio de los alquileres reflejan un fuerte desfasaje respecto a los salarios. Según relevamientos actualizados por portales especializados y consultoras privadas:
- En Bariloche, una casa de tamaño familiar puede alcanzar los $850.000 mensuales.
- En El Chaltén, el alquiler de una vivienda básica ronda los $600.000 en temporada baja, y llega a duplicarse durante el verano, entre diciembre y marzo.
- En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un monoambiente cuesta en promedio $480.000, mientras que un departamento de dos ambientes supera los $600.000 mensuales.
Estos números deben contrastarse con los ingresos actuales de un gendarme raso, que oscilan entre los $300.000 y $600.000 mensuales, lo que en muchos casos apenas alcanza para cubrir un alquiler, sin contemplar otros gastos básicos como alimentación, transporte o servicios.
En cuanto al panorama general de ingresos, el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) se ubicó en $317.800 en julio de 2025 para trabajadores en relación de dependencia a tiempo completo. En el caso de quienes perciben un haber jubilatorio, la jubilación mínima fue de $309.294,79, monto que se complementó con un bono adicional de $70.000 otorgado por el Ejecutivo.
Las palabras de Bullrich, aunque centradas en el problema habitacional del personal de Gendarmería, dejaron en evidencia una problemática mucho más amplia que afecta a millones de argentinos y que, paradójicamente, ha sido profundizada por las decisiones de la misma gestión de la cual forma parte.