La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, hizo fuertes declaraciones al referirse a los legisladores opositores que votaron en contra del DNU que otorgaba 100 mil millones de pesos a la SIDE. En un tono categórico, Bullrich acusó a estos diputados de haber «elegido ponerse del lado de las mafias, los narcos y el terrorismo» al unirse con el kirchnerismo en su rechazo al decreto. Según sus palabras, el DNU destinado a la SIDE tenía como objetivo «cuidar a los argentinos», y los legisladores que votaron en contra ahora «deberán hacerse cargo» de las consecuencias de esa decisión.
Bullrich defendió la importancia del decreto, señalando que estaba diseñado para proporcionar recursos esenciales a la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal, lo cual, según ella, es clave para «garantizar mayor seguridad a los argentinos». Para la ministra, el rechazo al DNU beneficia directamente a los criminales, quienes serían los únicos que celebrarían esa decisión.
Además, Bullrich subrayó que la SIDE está actualmente «desmantelada» en un contexto en el que el país enfrenta «amenazas narco» y «narcoterrorismo en Rosario», además de «amenazas al Presidente de la Nación». Recordó que Argentina ya ha sufrido dos atentados, lo cual agrava la necesidad de reforzar la inteligencia del Estado. En este sentido, la funcionaria criticó a los diputados del PRO y de otros bloques «dialoguistas» que facilitaron el rechazo del decreto, dándole quórum a la sesión.
En un comunicado, Bullrich también lanzó críticas hacia el ex presidente Mauricio Macri, calificando su falta de apoyo a la medida como un acto de «inconsciencia». Según la ministra, el PRO tomó una decisión que no considera los riesgos asociados con las amenazas que provienen del «financiamiento al narcoterrorismo en la Triple Frontera» y las actividades de narcoterrorismo que se han intensificado en Rosario y otras regiones del país.
Bullrich también consideró «irresponsable» la postura de quienes argumentaron que el decreto representaba un gasto sin información suficiente. Explicó que la Comisión Bicameral de Inteligencia es el único órgano autorizado para recibir la información necesaria, y que esa información «no es abierta», porque, de serlo, «los criminales y los terroristas sabrían que vamos a hacer». Criticó duramente esta postura calificándola de «ignorante», y subrayó que desde la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal están dispuestos a compartir la información con la Comisión Bicameral de Seguimiento a las Actividades de Inteligencia, pero no con el Congreso en su conjunto.
La ministra lamentó que, en lugar de analizar la situación o hacer consultas, los legisladores optaran por rechazar el decreto, cuya relevancia, según ella, reside en proporcionar los fondos necesarios para fortalecer el Sistema Nacional de Inteligencia. Insistió en que, al no considerar estos factores, se estaba tomando una decisión equivocada.
La respuesta de algunos legisladores no tardó en llegar. Juan Manuel López, de la Coalición Cívica, quien votó en contra del DNU, cuestionó a Bullrich al señalar que ella «hubiera votado» de la misma manera. López la invitó a acudir al Congreso para explicar las necesidades presupuestarias de los organismos que dependen de su ministerio. También criticó duramente la gestión de ciertos funcionarios de su entorno, mencionando que «con (Santiago) Caputo, (Sergio) Neiffert y el Gordo Dan no va a colaborar ningún país serio en materia de terrorismo».
Por su parte, Gastón Manes, presidente de la Convención Nacional de la UCR, calificó de «disparate» los comentarios de Bullrich, asegurando que no es apropiado que alguien en su posición haga tales afirmaciones con tan «pocos caracteres». Manes defendió a los diputados que votaron en contra del decreto, argumentando que ellos están «cuidando las prioridades de los argentinos» al intentar reordenar los gastos de un Estado que, en su opinión, pretende recortar fondos de las universidades para destinarlos a una institución «cuestionada», en referencia a la SIDE.
En su crítica final, Manes destacó que las mafias, los narcos y el terrorismo no se combaten simplemente con recursos, sino con «un ministerio de seguridad inteligente y capaz», dejando entrever que Bullrich y su equipo deberían asumir esa responsabilidad.