En medio de crecientes tensiones geopolíticas, la Embajada de la República Popular China en Argentina emitió un firme pronunciamiento para rechazar los recientes comentarios del designado embajador de Estados Unidos en el país sudamericano, Peter Lamelas. El diplomático norteamericano, durante la audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense —instancia previa a su confirmación en el cargo— formuló fuertes acusaciones contra el gobierno chino, al que calificó como una “influencia maligna”. Además, anticipó su intención de recorrer diferentes provincias argentinas con el objetivo de “monitorear posibles acuerdos con China”, bajo la sospecha de que estos podrían estar vinculados a prácticas corruptas.
Frente a estas afirmaciones, la representación diplomática china en Buenos Aires respondió mediante un comunicado oficial. En el texto, calificaron los dichos de Lamelas como impregnados de una “visión anacrónica, sesgada ideológicamente y profundamente influida por una mentalidad propia de la Guerra Fría”. Asimismo, advirtieron que esta clase de posturas reavivan inquietudes en torno al eventual regreso de la Doctrina Monroe, aquella doctrina histórica que promovía la hegemonía estadounidense en América Latina.
El mensaje del gobierno chino no se limitó a defender su imagen, sino que también incluyó una reflexión más amplia sobre el rol de Argentina en el escenario internacional. “La nación argentina no debería ser utilizada como escenario de disputas entre potencias globales, sino que debe consolidarse como un espacio privilegiado para la cooperación internacional orientada al progreso, la innovación y el desarrollo sostenido”, expresaron en el comunicado.
Durante su presentación ante el Congreso estadounidense, Peter Lamelas no solo se refirió a China, sino que incluyó al gigante asiático dentro de un conjunto de gobiernos que catalogó como “regímenes autoritarios”. En esa nómina también mencionó a países como Cuba, Venezuela, Nicaragua e Irán, a quienes responsabilizó de intentar minar los valores democráticos en América Latina. Declaró que uno de los ejes principales de su futura misión diplomática será impedir que estas naciones amplíen su influencia en el continente.
La embajada china, por su parte, replicó con una crítica directa al enfoque de Lamelas, sugiriendo que el funcionario estadounidense proyecta sobre otros actores internacionales su propia visión del mundo. “Aconsejamos al interesado que deje de utilizar a China como un espejo donde se reflejan únicamente sus propias lógicas de hegemonía global”, concluyó el comunicado.
Este cruce diplomático marca un nuevo episodio de fricción entre Estados Unidos y China en suelo argentino, en un contexto donde las relaciones internacionales del país con ambas potencias son observadas con atención creciente.
