Después de una acalorada discusión sobre la presidencia de la Bicameral de Trámite Legislativo, que retrasó más de una hora el inicio del debate, el oficialismo logró avanzar con el dictamen del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que establece el acuerdo con el FMI firmado por Javier Milei. Este avance fue posible gracias al apoyo del diputado Francisco Paoltroni, quien fue expulsado de La Libertad Avanza (LLA). En la sesión especial de mañana, convocada a las 10, el oficialismo buscará asegurar la aprobación del dictamen en la Cámara de Diputados.
Para que se logre un dictamen, es necesario contar con al menos nueve firmas, que corresponden a la mitad más uno de los miembros de la comisión. No importa si las firmas son a favor o en contra, siempre que los miembros emitan su opinión. Al comienzo de la reunión, ya se contaban con ocho firmas aseguradas. Los que apoyan el acuerdo incluyen a los libertarios Juan Carlos Pagotto y Lisandro Almirón, el aliado Oscar Zago, los radicales Francisco Monti y Víctor Zimmermann, los diputados del PRO Diego Santilli y Luis Juez, y el senador Carlos «Camau» Espínola.
Como informó Clarín, el voto clave lo tenía Paoltroni, quien, aunque inicialmente se había comprometido a firmar un dictamen de rechazo, finalmente ratificó su postura en contra. A pesar de su oposición, su firma es fundamental para que el oficialismo alcance las nueve necesarias.
El gobierno tiene prisa por aprobar el DNU, especialmente en una semana marcada por tensiones cambiarias. La intención es votar el decreto el mismo día en que se convoca una nueva manifestación de jubilados en las afueras del Congreso. La norma, firmada por Milei, tiene vigencia hasta que el Congreso decida rechazarla, por lo que el oficialismo busca asegurarse de que la medida sea respaldada en Diputados, donde cuentan con más apoyo.
Una vez que se firme el dictamen, el DNU quedará listo para su votación en el recinto. En caso de que surjan obstáculos y la comisión no resuelva nada, cualquiera de las dos Cámaras del Congreso podrá llevar el tema directamente al recinto pasados los 10 días establecidos.
El verdadero desafío surge si los opositores deciden no firmar ningún dictamen. En Unión por la Patria, que inicialmente planeaba firmar un dictamen de rechazo, ahora se discute la posibilidad de no firmar nada para bloquear el proceso. Si figuras como Nicolás Massot y Paoltroni tampoco firman, el oficialismo no alcanzaría los números necesarios.
El proceso de hoy comenzó con una disputa sobre la presidencia de la Bicameral. Según el reglamento, las comisiones bicamerales deben ser presididas alternativamente por un senador y un diputado cada año. Como el senador libertario Juan Carlos Pagotto había sido presidente el año anterior, correspondía que ahora fuera un diputado. Sin embargo, el oficialismo no pudo lograr consenso para designar a un nuevo presidente, lo que generó una fuerte confrontación, incluso con altercados físicos entre los legisladores Lisandro Almirón y Oscar Zago. La disputa llevó a una intervención del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quien no logró mediar entre las partes.
La discusión giró en torno a la legalidad de la convocatoria. El kirchnerismo argumentaba que la citación era ilegal, ya que Pagotto no debería haber convocado la reunión. En respuesta, el oficialismo defendía que, al igual que Marcos Cleri en el pasado, Pagotto podía seguir presidiendo si había acuerdo. Sin embargo, al no contar con los votos para sostenerlo, se votó y resultó en un empate. Ante esta situación, Paoltroni propuso a Zago, quien, aunque también había sido expulsado de la bancada oficialista, logró ser elegido como nuevo presidente con el apoyo de todos los sectores, excepto el kirchnerismo, que se abstuvo.
En la previa a la reunión, la bancada de Unión por la Patria envió una carta a la directora del FMI, Kristalina Georgieva, manifestando su rechazo al DNU. En ella, expresaban que el acuerdo violaba la Constitución Nacional y la Ley 27.612, que establece el fortalecimiento de la deuda, y advertían que, si el gobierno continuaba por este camino, no reconocerían ni el acuerdo ni la deuda derivada del mismo.
