En el marco de la conmemoración del 25 de mayo, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció públicamente al frente de una jornada organizada por el Instituto Patria, denominada “Encuentro de la Cultura Popular”. La actividad tuvo lugar en el Polo Cultural y Deportivo Saldías, un espacio ubicado entre Barrio Parque y la Villa 31, y se desarrolló como una alternativa crítica al Tedeum encabezado ese mismo día por el presidente Javier Milei en la Catedral Metropolitana.
La expresidenta, actual líder del Partido Justicialista (PJ), había anticipado su participación en el acto a través de sus redes sociales. Durante su intervención, dedicó un extenso discurso a cuestionar con dureza las políticas del actual gobierno nacional, al que describió como la continuidad de un modelo neoliberal ya conocido, según sus palabras, desde la última dictadura militar. “Todo esto ya lo vivimos y fracasó, y lo volverá a hacer”, sentenció.
Cristina Kirchner analizó también los resultados de las recientes elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, subrayando que en zonas populares donde Milei había cosechado gran cantidad de votos en la primera vuelta de 2023, en la actualidad se observa una pérdida de apoyo. Para la exmandataria, esto responde al deterioro económico que primero golpea a los sectores más vulnerables: “La changa desaparece, ya no se puede pagar a la niñera, ni al jardinero, ni contratar a nadie. Esto seguirá así. Este esquema beneficia a una minoría del 30%, mientras el 70% restante queda al margen, aunque su impacto es gradual”.
Profundizando en la crítica social y política, la ex jefa de Estado puso el foco en quienes, habiendo votado a Milei, hoy manifiestan descontento pero no retornan al peronismo. “Debemos repensar por qué quienes se desencantaron no vuelven a confiar en nosotros”, reflexionó, e ironizó sobre el enfoque libertario en torno a la “batalla cultural”, calificándolo de superficial: “¿Quién se va a acordar en 20 años de estos mediocres?”, cuestionó.
La ex presidenta también cargó contra la gestión de Javier Milei al definirla como un “desgobierno”. Utilizó una metáfora conocida para ilustrar lo que considera una sobrevaloración del modelo libertario: “Nos quieren hacer creer que encontraron la fórmula de la Coca Cola”, ironizó, para luego recordar que propuestas similares ya se habían puesto en práctica durante la convertibilidad de los años noventa, sin resultados sostenibles.
Otro de los temas centrales de su intervención fue la política económica del gobierno. Advirtió que de mantenerse el actual nivel de endeudamiento, un nuevo default —el décimo de la historia argentina— podría ser una posibilidad cercana. También lanzó una advertencia sobre el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), alertando que bajo ese esquema no ingresarían divisas por exportaciones a partir del tercer año. “A menos que el verdadero objetivo sea entregar algo más que deuda. ¿Territorio, quizás? ¿Van a ceder una parte de Tierra del Fuego, como hizo ese payaso de Zelenski con una base?”, se preguntó con tono sarcástico.
El llamado «Pacto de Mayo», firmado el año anterior, fue definido por la exmandataria como una mera “cortina de humo”. También ridiculizó el enfoque libertario respecto a la libertad de uso de divisas extranjeras: “‘Tus dólares, tu decisión’. Un pastelito cuesta dos lucas, ¿en serio?”, ironizó, señalando la desconexión del discurso oficial con la realidad económica cotidiana.
En otro pasaje de su discurso, Cristina Kirchner se refirió a la situación del peronismo y a sus propias filas, haciendo una autocrítica que pareció apuntar a dirigentes como el gobernador bonaerense Axel Kicillof. En ese sentido, instó a abandonar las “mezquindades y egos” que, según ella, han fragmentado el movimiento. Propuso dejar atrás una militancia meramente electoral para recuperar una identidad política más profunda, alejada de lugares comunes y de viejos clichés ideológicos. Además, criticó el uso reiterado de la expresión “Estado presente”, sugiriendo que resulta anacrónica: “Tal vez quienes votaron a Milei tampoco quieran volver con nosotros. Tenemos que preguntarnos por qué”, señaló. Y añadió: “Seguir hablando del Estado presente es no estar en sintonía con la sociedad actual. Necesitamos pensar en cómo lograr un Estado verdaderamente eficiente”.
La jornada también sirvió para rendir homenaje a su difunto esposo, el expresidente Néstor Kirchner, al cumplirse 22 años desde su asunción presidencial en 2003. Entre los presentes se encontraba la reconocida cantante y exfuncionaria Teresa Parodi, quien acompañó el acto junto a otras personalidades del ámbito cultural.
El evento dio inicio al mediodía y se desarrolló luego de la ceremonia oficial religiosa encabezada por el presidente. Previamente, el Instituto Patria había difundido un comunicado donde explicaban el sentido del encuentro: se trataba de una convocatoria a desarmar el discurso derrotista que, según sus organizadores, pretende instalar la idea de que no hay salida ni alternativa política. “Sabemos lo grande que es el desafío y la fuerza del adversario, pero eso es justamente lo que nos moviliza”, indicaba el texto, en clara alusión al avance del modelo neoliberal en el país y en el mundo.
Durante el encuentro se propusieron varios ejes de discusión que apuntaban a construir una política cultural con vocación transformadora. Algunos de los temas que se debatieron fueron: el rol de la cultura como motor para la reconstrucción nacional; el acceso y democratización de la producción cultural; la industria y el trabajo vinculado al sector cultural como herramientas para una nueva etapa de industrialización; y la necesidad de un Estado con presencia activa, pero renovada, más eficiente y articulado con las comunidades.
También se incluyeron como temas claves la memoria, el patrimonio, la identidad colectiva, la comunicación en la era digital y el pensamiento nacional como antídoto frente al caos y la fragmentación social.