Durante el desarrollo de las elecciones legislativas nacionales, se registró un hecho insólito que llamó la atención de quienes se encontraban en el lugar y luego en las redes sociales. Un hombre, disfrazado como el personaje «The Joker», se presentó en su mesa de votación dispuesto a ejercer su derecho al sufragio. Sin embargo, no pudo hacerlo, ya que las autoridades electorales le impidieron participar debido a que su rostro estaba cubierto, un requisito fundamental para poder validar la identidad del votante.
El protagonista del episodio decidió grabar la situación y compartir el video en sus redes sociales. En él, comienza explicando con naturalidad: “Si me dicen que no, yo me voy, obvio”, mostrando que aceptaba la decisión de los funcionarios. Sin embargo, mientras intentaba aclarar su postura, se generó un intercambio con un efectivo de seguridad presente en el lugar. El agente le indica: “Escúcheme un segundito, estamos por consultar por el tema del rostro”, a lo que el hombre disfrazado responde: “Yo no quiero complicarle la vida a nadie, pero grabar… puedo grabar”.
La interacción se tensó cuando el uniformado le advirtió: “A mí no, porque yo no le estoy diciendo que me grabe”, dejando claro que no estaba autorizado a filmar la situación. Ante esto, el Joker argentino insistió: “Yo me estoy grabando a mí y usted está detrás mío, que es muy diferente”, generando la réplica inmediata del policía: “Usted está provocando un problema, quédese tranquilo que yo sé trabajar y, por favor, no me filme. Estoy haciendo mi trabajo”.
El hombre disfrazado intentó calmar la situación asegurando que no estaba grabando al personal: “Ya lo entendí, no lo estoy grabando. Para nada”. Aun así, la normativa del establecimiento y los protocolos de identificación no le permitieron continuar. Poco después, se acercó una mujer encargada del colegio electoral, quien le explicó con claridad los motivos por los cuales no podía emitir su voto: “No exhibe el rostro. Yo soy la delegada de la escuela y a nosotros lo que nos indican es que la persona se le tiene que ver el rostro, la persona no puede venir con una máscara, por ejemplo. Es desde ese lugar, por un tema de identidad”.
El hombre aceptó la situación con calma y humor: “Está perfecto, es la primera vez desde el 2019, pero sabía que en algún momento iba a llegar. Siempre llega. Desde ya muchas gracias, muy amable”, dijo antes de retirarse del lugar sin poder votar. El episodio rápidamente se viralizó, llamando la atención por la originalidad del disfraz y la forma en que se desarrolló el intercambio entre el votante y las autoridades electorales.
En síntesis, este hecho ejemplifica cómo la normativa sobre la identificación de los votantes puede generar situaciones curiosas o inesperadas, pero al mismo tiempo refleja la importancia de garantizar la seguridad y la correcta verificación de la identidad en las jornadas electorales.