A menos de una hora del cierre estipulado por las normas del partido, los representantes del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, llegaron a la sede del Partido Justicialista para presentar la lista con la que contenderán por la presidencia del PJ, enfrentándose a Cristina Kirchner.
Encabezada por Quintela, la lista incluye a Magda Ayala, intendenta de Barranqueras en Chaco, como primera candidata a vicepresidenta. El ex gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, se postula como vicepresidente segundo, mientras que Mariana Gadea, secretaria gremial de UPCN, será la vicepresidenta tercera. El legislador tucumano Roque Álvarez ocupará el cuarto lugar como vicepresidente, y la intendenta de La Viña, en Salta, Alba Sánchez, será la quinta vicepresidenta.
Por su parte, Cristina Kirchner dio a conocer el sábado por la tarde la lista completa de «Primero la Patria», con la que competirá por la presidencia del partido. Los cinco vicepresidentes que la acompañan son José Mayans, Lucía Corpacci, Germán Martínez, Mariel Fernández y Ricardo Pignanelli.
El consejo titular incluirá a varias figuras prominentes, como Sonia Alesso, el senador tucumano Juan Manzur, el diputado Pablo Yedlin, el senador Wado de Pedro, entre otros. La lista también se complementa con nombres como Guillermo Moser, la exministra Kelly Olmos, el exgobernador José Luis Gioja y otros importantes miembros del partido.
En cuanto a la logística electoral, durante la tarde del sábado se establecieron contactos entre segundas líneas de ambos bandos para coordinar lo que se viene. Con más de 3 millones de afiliados en el padrón y solo un mes para prepararlo, la votación está programada para el 17 de noviembre. Un colaborador cercano a Quintela expresó su preocupación: «Nunca hubo una elección de este tipo. Nuestros votos están en el interior. Nos preocupa y necesitamos garantías de que habrá urnas en todos lados. Que los de Tartagal no tengan que viajar cinco horas hasta Salta para votar».
Frente a este panorama, se propuso postergar la elección para establecer una nueva fecha que permita organizar todo con mayor tiempo, pero el kirchnerismo se opuso. Desde su entorno, aseguraron que «no hay posibilidad. Ya está abierto el proceso. Si se posterga o hay caducidad podrían intervenir el partido». Se afirmó que todo estaba preparado para que las elecciones se llevaran a cabo de forma «ágil, transparente y segura en todo el país».
Poco antes del cierre de listas, a pesar de que Cristina Kirchner lo había llamado «traidor», Kicillof se pronunció en un comunicado extenso, reiterando que Quintela no era su candidato, aunque subrayó la necesidad de unidad en el partido. «Vuelvo a expresar mi voluntad: ¡unidad, unidad respetuosa, unidad peronista!», declaró.
Kicillof recordó que Quintela había anunciado su candidatura hace tres meses, mientras que Cristina lo hizo apenas diez días atrás. Este punto ha sido un motivo de queja por parte del sector de Quintela, quienes aseguran que había un entendimiento para una elección pacífica hasta que «apareció un cisne negro» que lo rompió: Cristina.
Sin embargo, Kicillof dejó claro que no apoya a Quintela, aunque tampoco respaldó a la exmandataria. Explicó que «Quintela no es mi candidato» y lo describió como un gobernador que ha enfrentado con coraje las políticas de Milei desde una provincia apartada de los medios. Insistió en que es un error pensar que la situación se puede simplificar a una dinámica de «sometido o traidor».
Agregó que «pareciera que no se registra del todo lo que está pasando en el país y en nuestra fuerza política: hay enojos, diferencias y desacuerdos. Esos reclamos deben ser escuchados con humildad y no pueden ser descalificados como signos de traición».
Finalmente, en una reunión del SMATA donde Cristina cerró su lista, atacó duramente a Kicillof, acusándolo de ser un traidor o de al menos lavarse las manos, señalando que «los Poncio Pilatos y los Judas en el peronismo no van más». Kicillof, por su parte, se plantó ante La Cámpora y defendió a sus ministros, expresando su desconcierto ante las críticas que había recibido por parte de sectores de su propia fuerza política. «Sobre quienes forman parte del gabinete, estoy orgulloso del trabajo que vienen haciendo y que deseo que sigan realizando», concluyó.