El más reciente encuentro de la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados estuvo marcado por un fuerte escándalo, donde, aunque se presentaron diversos proyectos de ley que afectan al poder sindical, estos quedaron eclipsados por una confrontación entre un legislador del PRO y dos diputados de Unión por la Patria. Las discusiones terminaron en un intercambio de acusaciones, insultos y amenazas, con palabras como “maricón”, “energúmeno”, “misógino”, “sinvergüenza” y “te voy a arrancar la cabeza”.
A diferencia de la semana anterior, los diputados de Unión por la Patria no abandonaron la reunión, pero el desarrollo de la misma se desvió tras la intervención del diputado Fernando Iglesias (PRO). Este lanzó duras críticas contra el sindicato de mecánicos (SMATA), acusándolos de haber colaborado con la dictadura militar. La réplica inmediata vino de Mario Manrique (Unión por la Patria), actual secretario adjunto de ese gremio, seguido por un ataque de Julia Strada (Unión por la Patria) hacia Iglesias. El clima de tensión culminó cuando Manrique se acercó a Iglesias para susurrarle algo al oído, que según denunció el diputado del PRO, fue: «Te voy a arrancar la cabeza». Iglesias, claramente alterado, expresó en voz alta la amenaza que había recibido y, posteriormente, anunció en redes sociales que presentaría una denuncia penal contra Manrique: “Repita ante el juez lo que dijo, Manrique, si tiene lo que hace falta”.
En su intervención, Iglesias también mencionó la relación entre el sindicalismo y el gobierno de Isabel Perón en 1975, aludiendo a la colaboración del aparato sindical peronista con la dictadura y recordando incidentes históricos. Además, criticó la corrupción en los sindicatos y la falta de transparencia, mencionando los lujosos estilos de vida de algunos dirigentes sindicales y su incapacidad para justificar su patrimonio. Hizo referencia a las protestas de diciembre de 2017, cuando, según él, “tiraron 14 toneladas de piedra” en un contexto de alta pobreza en el país.
Por su parte, Manrique intentó calmar la situación al referirse a la belicosidad creciente en los debates legislativos, señalando que los enfrentamientos verbales violentos están alimentando un ambiente de agresividad en la política. Sin embargo, volvió a dirigir su enojo hacia Iglesias, acusándolo de hablar sin conocimiento y de irrespetar la historia del movimiento obrero y su rol durante la dictadura militar. Según Manrique, Iglesias estaba alimentando la violencia con su discurso provocador.
Más tarde, Julia Strada tomó la palabra y acusó a Iglesias de incitar a la violencia y de comportarse de manera misógina y violenta en cada una de sus intervenciones. Afirmó que el verdadero debate no estaba en torno a la transparencia o la corrupción en los sindicatos, sino en un intento por parte de ciertos sectores de destruir la estructura sindical. Aunque elogió las intervenciones de otros diputados, condenó la actitud de Iglesias, a quien calificó de «energúmeno» que desvirtuaba el debate con su comportamiento agresivo.
El diputado radical Martín Tetaz, quien presidía la comisión, trató de calmar los ánimos, pero el encuentro se había descontrolado por completo. Tras finalizar formalmente la sesión, el enfrentamiento continuó cuando Iglesias, en un tono exaltado, siguió acusando a sus rivales de UxP. Fue entonces cuando Manrique se acercó nuevamente a Iglesias para hablarle al oído, lo que provocó una reacción aún más fuerte del legislador macrista, quien lo acusó públicamente de haberle amenazado con «arrancarle la cabeza».
A pesar de todo lo sucedido, Tetaz anunció que la comisión se reunirá nuevamente el próximo jueves para una sesión informativa con la participación de abogados, sindicalistas y expertos, con el fin de debatir los proyectos de ley y emitir un dictamen. La pregunta que queda es si será posible evitar que estalle un nuevo escándalo en futuras reuniones.