Los empresarios españoles, representados por Antonio Garamendi de la CEOE, respondieron enérgicamente a Javier Milei por sus comentarios contra Pedro Sánchez y su esposa, que desencadenaron un conflicto diplomático con España, país que es el principal inversor en Argentina. Garamendi calificó las declaraciones como «fuera de tono» y consideró que no corresponden entre dos naciones amigas, especialmente dado el estatus de España como el mayor inversor europeo en Argentina. Para él, atacar a Sánchez en Madrid carece de sentido y denota opiniones radicalizadas.
En respuesta a las críticas, el Gobierno argentino, a través de Manuel Adorni, vocero presidencial, descartó la posibilidad de un conflicto diplomático con España y rechazó la idea de pedir disculpas. Adorni afirmó que no hay motivos para disculparse y que, de hecho, apelan a que el gobierno español pida disculpas a Argentina. A pesar de la llamada a consultas de la embajadora española en Argentina, el Gobierno argentino no contempla la ruptura de relaciones diplomáticas, considerando el conflicto como estrictamente personal.
El embajador argentino en España, Roberto Bosch, se reunió con el ministro español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, para abordar el tema, sin realizar declaraciones públicas al respecto. Guillermo Francos, ministro del Interior argentino, respaldó la postura de Milei y afirmó que no corresponde ninguna disculpa por parte del gobierno argentino, recordando la intervención de Pedro Sánchez en la política local al apoyar a Sergio Massa en la elección presidencial.
En resumen, el conflicto diplomático entre Argentina y España continúa sin resolverse, con posturas firmes de ambos lados y sin que se vislumbre una solución inmediata.