El martes, los pasillos del segundo piso del edificio de Comodoro Py se transformaron en el escenario de un altercado notable entre Juan Grabois, un conocido dirigente social, y Leila Gianni, subsecretaria de Legal del Ministerio de Capital Humano. La disputa se desencadenó al finalizar una audiencia matutina relacionada con la distribución de alimentos, con ambos protagonistas intercambiando insultos y acusaciones vehementes.
Al salir de la audiencia frente a los jueces de la Sala II de la Cámara Federal, Gianni lanzó una acusación directa: «Dejá de extorsionar gente, ladrón». Esto provocó una respuesta inmediata y airada de Grabois, ex precandidato presidencial de Unión por la Patria, quien la llamó «kuca ladrona» y se refirió despectivamente a otro abogado del ministerio como «chanchito».
El enfrentamiento fue captado en varios videos por Infobae, mostrando diferentes momentos de la intensa confrontación. Desde el inicio de la audiencia, la tensión era palpable, con varios episodios conflictivos entre los involucrados.
El clímax del altercado ocurrió fuera del tribunal, donde Grabois aprovechó para recordar a Gianni su pasado en el gobierno de Alberto Fernández, haciendo referencia a una camiseta con un león que ella llevaba: «Ahora te pones un león, antes te ponías un pingüino». La respuesta de Gianni fue igualmente provocativa: «Al pingüino se lo comió el león».
La discusión se intensificó con ambos acusándose mutuamente de falta de credibilidad. En medio de la disputa, Grabois involucró inesperadamente a Ariel Romano, abogado de Capital Humano, diciéndole: «¿Y el chanchito? ¿Qué te pasó a vos? Te tiene que defender Leila». Romano replicó: «¿Vos sos flaquito?», a lo que Grabois respondió con una diatriba, llamándolo «cerdo moral e intelectualmente» y acusándolo de robar comida a los pobres.
En el trasfondo de este intercambio, Gianni gritó a Grabois: «Dejá de robar chorro», a lo que él replicó llamándola «kirchnerista, massista y mileista», y cuestionando su credibilidad y profesionalismo como abogada. Finalmente, ambos se retiraron por puertas distintas del edificio, acompañados de sus respectivos abogados y asistentes.
El conflicto no sorprendió a muchos, ya que Gianni había anunciado en sus redes sociales que se estaba preparando para la audiencia. A la entrada de los tribunales, se congregaron cientos de trabajadores de la UTEP y numerosos medios de comunicación, recordando la atmósfera mediática de 2016.
Durante la audiencia, la tensión fue evidente desde el comienzo. Gianni, al iniciar un alegato político, recibió una advertencia del juez Irurzun, quien le pidió ceñirse al tema de la audiencia. Posteriormente, Grabois tomó la palabra criticando al Ministerio y pidiendo iluminación divina para los jueces, lo que aumentó la tensión en la sala.
A pesar de los esfuerzos del juez Irurzun por mantener el orden, la confrontación verbal continuó, con Gianni y Romano interrumpiendo a Grabois y éste exigiendo que los jueces mantuvieran el control. Al final, Romano llamó «payasito» a Grabois, y el juez Irurzun dio por concluida la audiencia en medio de la persistente tensión.