Javier Milei está atravesando lo que el Financial Times (FT) describe como la «mayor crisis de su presidencia», una situación que ha generado inquietud tanto en los mercados como entre los votantes, a tan solo seis semanas de unas elecciones de medio término que el propio presidente considera decisivas.
Según un análisis firmado desde Londres por Ciara Nugent, «después de un primer año de gobierno en gran medida exitoso, cuando la caída de la inflación impulsó un sólido apoyo popular a la austeridad de Milei, los últimos meses han golpeado duramente al Gobierno». Esta evaluación refleja cómo, tras un inicio prometedor, el panorama político y económico comenzó a deteriorarse, afectando la percepción pública del mandatario.
El artículo detalla diversos factores que contribuyen a esta caída en la popularidad de Milei, entre los que se incluyen las sospechas de corrupción que envuelven a Karina Milei, la desaceleración en la recuperación económica y los conflictos con aliados dentro del Congreso. Estos elementos habrían llevado a que la aprobación presidencial descendiera por primera vez por debajo del 40 por ciento, culminando con la derrota del oficialismo en las elecciones legislativas de la Provincia de Buenos Aires.
El FT subraya que «inversores y analistas advirtieron que el Gobierno debe recuperarse rápidamente. De lo contrario, se arriesga a una corrida contra el peso y a un mal desempeño en las elecciones intermedias de octubre, donde Milei busca ampliar su pequeña minoría en el Congreso para profundizar sus reformas de libre mercado». Esto evidencia la presión sobre el mandatario para revertir la tendencia negativa antes de los próximos comicios.
Una fuente anónima cercana a Milei afirmó que el resultado de las recientes urnas fue «una llamada de atención». Según la misma fuente, «a Milei le gusta pensarse a sí mismo como un gran león, intocable, arriba de su pedestal… al león lo han mojado con una manguera», una metáfora que ilustra el impacto simbólico de la derrota en territorio bonaerense para los libertarios.
El artículo también indica que el «belicoso Presidente ha estado inusualmente acongojado desde la elección» y que ha prometido llevar a cabo una autocrítica profunda. Tras realizar algunos cambios moderados en su Gabinete y un acercamiento tímido con gobernadores provinciales, los rendimientos de la deuda soberana argentina en dólares, que habían aumentado dos puntos porcentuales, disminuyeron ligeramente cuando los inversores reconocieron los esfuerzos de Milei.
No obstante, el FT advierte que el presidente enfrenta dilemas importantes. Los gobernadores provinciales, aprovechando el debilitamiento del Gobierno, podrían presionarlo para que destine fondos a sus regiones a cambio de apoyo a sus reformas. Sin embargo, Milei ha descartado cualquier acción que comprometa su objetivo de mantener el equilibrio fiscal.
El diario económico proyecta que Milei podría obtener un mejor resultado en las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre que el desempeño registrado recientemente en Buenos Aires. Señala que la mayoría considera que «ganar el 40 por ciento del voto nacional ayudaría a desactivar la crisis», reflejando la expectativa de un alivio político si logra recuperar apoyo en el plano nacional.
Finalmente, el artículo cita a un funcionario del Gobierno que advierte sobre la necesidad de un cambio en la estrategia del oficialismo para enfrentar la crisis: “Deberíamos ser más pragmáticos. Si no tenés aliados, la oposición será la primera en hacerte daño cuando la popularidad caiga”. Este comentario resalta la urgencia de ajustes tácticos ante un escenario político adverso.