El Papa Francisco, al enviar un mensaje a Donald Trump el día de su juramento como 47° presidente de los Estados Unidos, expresó sus buenos deseos y expectativas para el futuro bajo su liderazgo. En sus palabras, Francisco destacó los ideales que definen a la nación estadounidense como una «tierra de oportunidades y de acogida para todos», esperando que Trump guiara al pueblo hacia una prosperidad compartida y el esfuerzo continuo por construir una sociedad más justa. En este sentido, subrayó que dicha sociedad debía estar libre de odio, discriminación y exclusión.
El pontífice también extendió sus saludos al nuevo presidente y ofreció sus oraciones para que Trump recibiera la sabiduría, fortaleza y protección necesarias en el ejercicio de su alto cargo. Además, Francisco recordó los «numerosos desafíos» que enfrenta la humanidad en la actualidad, haciendo especial énfasis en la guerra, y pidió a Dios que guiara los esfuerzos del presidente en la promoción de la paz y la reconciliación entre los pueblos.
Sin embargo, en una entrevista posterior en el programa italiano «Che Tempo Che Fa», Francisco fue consultado sobre las declaraciones de Trump respecto a la deportación masiva de inmigrantes, y su respuesta no se hizo esperar. El Papa expresó que, de ser ciertas las propuestas de deportación, consideraba que sería una «vergüenza», ya que recaería sobre los más vulnerables, aquellos que no tienen nada, haciéndolos pagar por un problema que no es suyo. El Papa fue tajante al afirmar: «¡Eso no se hace! Esa no es la manera de resolver las cosas», destacando que, en su opinión, esta no era la solución adecuada para los problemas que enfrentan los Estados Unidos.
