El jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, reconoció públicamente que dentro del Ejecutivo nacional se está atravesando un escenario complejo marcado por una “crisis política” entre dos de las principales figuras del poder: el presidente Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel. Según sostuvo en una entrevista televisiva concedida al canal DNEWS, esta tensión interna no configura una crisis institucional en términos formales, pero sí representa un serio desacuerdo político que afecta al funcionamiento del gobierno.
“Indudablemente estamos ante una crisis, no en términos institucionales, pero sí claramente política dentro de la estructura del oficialismo”, expresó Francos, al ser consultado por los choques que en las últimas semanas han protagonizado Milei y Villarruel, tanto en el plano parlamentario como en los medios y las redes sociales.
El jefe de ministros profundizó su diagnóstico señalando que este conflicto entre el Presidente y su Vice no se reduce a un malentendido pasajero o a diferencias circunstanciales, sino que tiene raíces más profundas. “Sí, hay razones de fondo que explican este distanciamiento”, admitió, aunque remarcó que, en su opinión, esas diferencias deberían dirimirse de una manera más reservada y menos expuesta al ojo público: “Son cuestiones que deberían resolverse de otro modo”, sugirió.
En su análisis, Francos hizo una comparación histórica para graficar el rol que en ciertas coyunturas asumen los vicepresidentes, refiriéndose al caso de Julio Cobos durante el gobierno de Cristina Kirchner, cuando votó en contra de la Resolución 125 en pleno conflicto con el campo: “Los vicepresidentes generalmente tienen un papel secundario. En determinadas situaciones, como la de Cobos, toman protagonismo, pero después se replegan. Cobos se apagó tras ese episodio”, recordó el funcionario, en lo que pareció ser una alusión indirecta a la reciente postura de Villarruel en el Senado.
El conflicto entre Milei y Villarruel se volvió más visible luego de que la vicepresidenta, en su rol de presidenta del Senado, habilitara una sesión promovida por la oposición en la que se aprobaron proyectos que el oficialismo rechaza rotundamente. Entre ellos, se destacan el aumento para los haberes jubilatorios y la restitución de la moratoria previsional, iniciativas que el presidente Milei ya advirtió que vetará si avanzan en el Congreso.
Este movimiento parlamentario fue interpretado por el entorno presidencial como una señal de ruptura política, y desde entonces se han profundizado las diferencias entre ambos referentes. Lo que inicialmente podría haber sido leído como un gesto institucional terminó convirtiéndose en una escalada que hoy, según palabras del propio jefe de Gabinete, representa una crisis política de magnitud dentro del gobierno nacional.
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