Un escándalo que sigue tomando magnitud con cada hora transcurrida se desató en la Cámara de Diputados entre representantes de la misma ideología política. La disputa comenzó con un enfrentamiento físico y verbal que incluyó gritos, golpes y hasta un vaso de agua lanzado en medio del caos.
El conflicto se originó cuando los diputados Oscar Zago y Lisandro Almirón, en un acto de violencia física, comenzaron a pelearse, mientras que Marcela Pagano y Rocío Bonacci tuvieron un cruce particularmente intenso con las diputadas libertarias Celeste Ponce y Lilia Lemoine. Las tensiones escalaron tanto que Bonacci, en un arrebato de frustración, arrojó un vaso de agua a Lemoine.

El enfrentamiento verbal continuó en la plataforma X (Twitter), donde Celeste Ponce acusó a las diputadas involucradas de respaldar al kirchnerismo, diciendo que les habían arrojado agua solo por pedirles que se levantaran. En su mensaje, Ponce expresó que ese comportamiento era «imperdonable», lo que generó una pronta respuesta por parte de Marcela Pagano, quien defendió su postura.
Pagano, en su réplica, no solo negó las acusaciones de Ponce, sino que la atacó duramente. La diputada respondió diciendo que lo «imperdonable» era la supuesta corrupción de Ponce, a quien acusó de obligar a sus asesores a entregarle parte de sus salarios. Además, Pagano relató que, en el incidente, tanto Ponce como Lemoine habían agredido verbalmente a ella y a Rocío Bonacci mientras defendían la institucionalidad del Congreso. Según Pagano, las diputadas cordobesas no solo eran violentas, sino que también habían impedido el normal funcionamiento del Estado, calificándolas de «delincuentes».
La acusación de Pagano se tornó aún más grave al hacer referencia a una denuncia realizada por una asesora de Celeste Ponce, quien, según su testimonio, había sido presionada para entregar una parte de su sueldo mensual a la diputada cordobesa, lo que implicaría un acto de corrupción. Este hecho agrava aún más la imagen de Ponce dentro de su propio partido, La Libertad Avanza.
Por otro lado, el episodio de violencia física involucró al diputado Zago, quien, al intentar votar la ratificación de Pagano como presidenta de la comisión de Juicio Político, se encontró con la oposición de otros miembros de su bancada. Los libertarios, al no querer que Zago se sentara en su puesto, desencadenaron una pelea violenta entre ambos, aumentando la tensión dentro de la sesión.
