En una columna publicada en el portal Infobae con un estilo que recuerda a los trabajos académicos o monográficos, el presidente Javier Milei volvió a reafirmar las ideas centrales de su gobierno. Bajo el título «Tiempo de crecimiento», la publicación se presenta como una defensa ideológica y técnica del rumbo adoptado por su administración, proponiendo que Argentina podría encaminarse hacia una nueva etapa de desarrollo y prosperidad, siempre y cuando no se retome lo que califica como “las ideas socialistas”.
El escrito se estructura en varios apartados temáticos —»Introducción», «El Orden Macro y la Motosierra», «El Capital Humano», «Libertad Económica y Desregulación» y «Reflexiones Finales»— y combina referencias teóricas, análisis económico y afirmaciones ideológicas. Como en otras ocasiones, Milei cita a varios de sus referentes intelectuales y recurre a datos económicos para sustentar su discurso. Al referirse a la inflación, retoma de forma irónica su polémica con el actor Ricardo Darín, a quien vuelve a criticar sarcásticamente: “Gracias Ricardito por tus empanadas de sapo”, comenta en tono burlón dentro de un pasaje en el que desarrolla conceptos sobre precios y demanda.
En su análisis de los cambios estructurales impulsados desde su gestión, Milei establece una comparación directa con el proceso de reformas llevado adelante por Carlos Menem en los años noventa. Sostiene que el Decreto 70/2023, junto a la Ley Bases y otras políticas de desregulación, representan una transformación económica 25 veces más profunda que la implementada por el expresidente riojano, a la que hasta ahora se consideraba la más significativa de la historia reciente del país.
Para justificar su optimismo, el presidente señala varias oportunidades que, a su juicio, posicionan a Argentina en una coyuntura muy favorable para el crecimiento. Entre los factores que destaca se encuentran el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), el potencial de sectores estratégicos como el petróleo, el gas, la minería, el agro, y también el impulso a industrias tecnológicas como la energía nuclear y la inteligencia artificial. Según Milei, la combinación de menor riesgo país, menor inflación, reducción impositiva progresiva y desregulación generará un entorno propicio para la inversión y la creación de empleo.
Uno de los puntos técnicos del artículo se centra en la apreciación del peso argentino. El mandatario sostiene que este fenómeno no debería generar alarma, ya que, en su visión, las divisas que ingresen como resultado del auge exportador se canalizarán hacia el sector de los servicios —menos dependiente del comercio internacional y más generador de empleo rápido—. En esa línea, argumenta que se está dando un proceso de saneamiento económico que impactará positivamente en la calidad de vida de los ciudadanos.
Fiel a sus posturas liberales, Milei vuelve a defender la libertad como base del progreso. Según sus argumentos, los países que han adoptado modelos económicos más libres presentan mejores indicadores en casi todos los frentes: el crecimiento económico es el doble, el ingreso per cápita se multiplica por doce, y la incidencia de la pobreza se reduce en una proporción de 25 a 1 en términos generales, y hasta 50 a 1 en pobreza extrema. Además, señala que en esos países la expectativa de vida supera en un 25% a la de aquellos con economías más intervenidas. En este contexto, sostiene con dureza que el único motivo para rechazar el liberalismo sería padecer algún tipo de «limitación mental o espiritual» o tener intereses vinculados al “saqueo estatal”.
En otro tramo de la publicación, el presidente incorpora un enfoque demográfico a su análisis económico. Afirma que el crecimiento no solo depende de la apertura de mercados y de la inversión, sino también de políticas que promuevan la natalidad. Así, conecta su postura en defensa de «las dos vidas» —una posición contraria al aborto— con lo que considera un factor fundamental para garantizar el desarrollo a largo plazo del país. Según su visión, las llamadas “políticas verdes” han provocado un declive poblacional global que, de seguir profundizándose, pondría en riesgo la supervivencia misma de la especie humana. Por ello, plantea la necesidad de repensar las estrategias demográficas, más allá de sus convicciones morales, como una medida económica imprescindible.
En resumen, el texto presidencial presenta un relato ideológico coherente con su línea de pensamiento: apuesta por el capitalismo de libre mercado, denuncia con énfasis al intervencionismo estatal, y propone una Argentina futura fundada en la inversión privada, el orden macroeconómico, y una concepción conservadora de la vida y la sociedad. Todo esto, con un tono firme, académico y cargado de referencias doctrinarias, enmarcado en la consigna que Milei ha adoptado como emblema de su gestión: «Haremos a la Argentina Grande Nuevamente».