En medio de un creciente clima de tensión interna dentro del oficialismo, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, salió a defender con firmeza la estrategia adoptada para la conformación de las listas de candidatos legislativos en la provincia de Buenos Aires, de cara a las elecciones del próximo 7 de septiembre. La funcionaria respondió públicamente a las críticas que surgieron desde sectores del propio espacio libertario, marcando con claridad los límites de la discusión interna.
A través de una publicación en su cuenta de la red social X (antes Twitter), Karina Milei reafirmó el rumbo político delineado por el Ejecutivo y dejó en claro que no hay lugar para disidencias que puedan interpretarse como ataques al liderazgo de su hermano, el presidente Javier Milei. En un mensaje contundente, expresó: “Acá no se viene a especular. Se viene a defender con uñas y dientes las ideas del Presidente. Y en esa batalla, la lealtad no es una opción: es una condición”. Con estas palabras, subrayó que cualquier señalamiento hacia los candidatos seleccionados no representa una simple diferencia de criterio, sino una crítica directa al propio jefe de Estado y a los principios que sustentan su gobierno.
El comunicado de Karina Milei no fue casual, sino que se produjo como una respuesta directa a las objeciones formuladas por Sebastián Pareja, dirigente clave de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires. Pareja, quien tiene un rol protagónico en la construcción territorial del espacio en el distrito, había manifestado su desacuerdo con ciertos nombres incluidos en la lista oficial, lo que generó un fuerte malestar dentro de la estructura libertaria.
Parte de ese enojo se manifestó especialmente entre los integrantes del colectivo conocido como “Las Fuerzas del Cielo”, una agrupación compuesta principalmente por jóvenes libertarios con una activa participación en redes sociales y plataformas digitales de streaming. Este grupo había expresado descontento por sentirse desplazado del proceso de decisión y por considerar que los criterios aplicados para el armado de las candidaturas no fueron representativos de su militancia.
En ese marco, la intervención de Karina Milei funcionó como un mensaje de disciplina interna y una advertencia hacia quienes pudieran estar alimentando fracturas dentro del oficialismo. Su publicación dejó claro que, desde la visión del entorno presidencial, la lealtad absoluta al proyecto y al liderazgo de Javier Milei es una exigencia indeclinable, y que cualquier voz disonante será interpretada como una deslealtad hacia la esencia misma del espacio gobernante.