Desde su llegada al poder en diciembre pasado, el gobernador Osvaldo Jaldo ha demostrado un pragmatismo notable, alineándose con Javier Milei, a pesar de su larga trayectoria en el peronismo. Jaldo, quien anteriormente fue ministro bajo José Alperovich y vicegobernador de Juan Manzur, parece haber captado el sentir de muchos tucumanos que aprueban tanto su gestión como su cercanía con Milei. Esta conexión se hará evidente en el acto de esta noche en la Casa Histórica, a 208 años de la declaración de independencia, presidido por el propio Milei.
Sin embargo, esta proximidad con Milei ha generado descontento entre los seguidores leales a Manzur y otros dirigentes peronistas, inquietos por los recortes implementados por Jaldo. Aunque se prevé que Jaldo mantendrá el control del PJ tucumano, actualmente en manos de Manzur, muchos en el peronismo prefieren esperar antes de confrontarlo abiertamente o romper relaciones de manera definitiva.
Un dirigente anteriormente opositor al PJ, ahora colaborador de Jaldo, afirma que «Jaldo está solo, pero muy bien, porque tiene el apoyo de la gente». Según esta visión, compartida por allegados a Jaldo, las encuestas diarias, aunque no se hacen públicas, lo colocan entre los gobernadores más populares. Entienden que es comprensible el descontento de gran parte del peronismo con su cambio de rumbo.
Dos referentes políticos tucumanos, hablando en confidencia, señalan que Jaldo se acercó al gobierno nacional debido a la refinanciación de la deuda provincial y porque percibió que la sociedad se movía en esa dirección. Además, atribuyen el descontento peronista a la eliminación del gasto excesivo de administraciones anteriores.
Manzur, a quien Jaldo sustituyó como gobernador cuando Manzur asumió como jefe de gabinete de Alberto Fernández, mantiene un silencio notable desde su banca de senador nacional. Otros peronistas, aún en Unión por la Patria, comprenden el giro de Jaldo pero no lo comparten. El diputado nacional Pablo Yedlin critica que, aunque Jaldo gana gobernabilidad, se han frenado proyectos de obra pública, salud y comedores. En la misma línea, el diputado Carlos Cisneros, aunque distante de las leyes apoyadas por los seguidores de Jaldo, asistirá al acto de esta noche.
La pelea interna en el PJ se evidencia con la presentación del Centro Argentino para la Defensa y la Soberanía Nacional, que se trasladó de la sede de la Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera (Fotia) a la Plaza Alberdi, posiblemente por sugerencia de Jaldo.
Mientras algunos especulan si Jaldo abandonará el PJ, él trabaja en una coalición electoral para los comicios legislativos del próximo año, incluyendo a sectores de la UCR, el partido Creo, el bussismo y el Partido de la Justicia Social de Germán Alfaro. Convencido de que Milei será imparable si logra controlar la inflación, Jaldo continúa su firme apoyo al Gobierno, beneficiándose de la refinanciación de la deuda y un constante flujo de fondos mensuales para la provincia.