En medio de un clima cargado de gritos, acusaciones y la intervención de efectivos de seguridad, el bloque de La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados se reunió con el jefe de la Cámara, Martín Menem. Durante el encuentro, se discutió la posible expulsión de una diputada y la creación de un nuevo bloque separado.
La reunión, que tuvo lugar tras una reciente derrota por el rechazo del DNU de la SIDE, se transformó en un tumulto cuando se abordaron las acusaciones de Rocío Bonacci y Lourdes Arrieta. Estas diputadas libertarias estaban en conflicto con su bancada debido a sus alegaciones de haber sido “engañadas” para participar en una controvertida visita al penal de Ezeiza, donde se fotografiaron con represores.
La diputada Lourdes Arrieta
Arrieta, que había presentado una denuncia penal, fue objeto de críticas severas por sus acusaciones públicas contra sus compañeros y contra Menem. Se le acusó de mentir y de buscar asesoramiento en Unión por la Patria, mencionando específicamente que se reunió en el despacho de Germán Martínez y Leopoldo Moreau.
El miércoles, ambas diputadas dieron quórum en la sesión convocada por la oposición para rechazar el DNU de la SIDE. Sin embargo, el verdadero conflicto surgió de las denuncias realizadas contra sus compañeros.
Una legisladora presente en la reunión relató que, tras la denuncia contra el presidente de la Cámara, Arrieta comenzó a gritar de manera descontrolada. El enfrentamiento inicial fue con Beltrán Benedit, el organizador de la visita a Ezeiza, y luego con Nicolás Mayoraz, quien intentó confrontarla.
Lorena Villaverde, de Río Negro, llegó a solicitar la expulsión de Arrieta, aunque esta decisión quedó en suspenso por el momento. También se discutió la posibilidad de expulsar a Bonacci. En el oficialismo, incluso se consideró la opción de negociar un nuevo bloque con Arrieta, Bonacci y Marcela Pagano, pero ninguna de las tres mostró interés en dejar La Libertad Avanza.
Durante la reunión, Arrieta fue acusada de ser «funcional al kirchnerismo». Intentó responder a los gritos sin micrófono y trató de tomar el micrófono de Mayoraz, lo que llevó a algunos compañeros a intervenir. La situación se volvió aún más tensa cuando el padre de Bonacci y el abogado de Arrieta, Yamil Castro Bianchi, entraron en la sala. El padre de Bonacci hizo un comentario que fue interpretado como una amenaza, lo que llevó a que se llamara a seguridad. El abogado y Arrieta se dirigieron al destacamento policial dentro del Congreso, pero la denuncia formal se presentó en la oficina de Género de la Corte, contra Mayoraz por violencia de género.
Desde el oficialismo, se afirmó que Menem no dirigió palabra alguna a Arrieta y que no hubo agresión física. Arrieta, quien argumentó que fue “engañada” para asistir a la visita y que no conocía a los represores, presentó una denuncia ante el juez Ernesto Kreplak, quien le otorgó custodia a ella y a su familia. Sin embargo, el fiscal Sergio Mola desestimó la denuncia, calificándola de «consideraciones pueriles y carentes de verosimilitud».
En la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos, que investiga la visita a Ezeiza, Arrieta volvió a criticar a Menem, sosteniendo que tanto él como Benedit deben dar explicaciones. Ella expresó que, al no haber sido informadas sobre la identidad o condenas de los detenidos, creyeron en la institucionalidad de la Cámara de Diputados, que se les presentó como una visita oficial para conocer las condiciones del penal.