El Gobierno trabajó intensamente hasta el último momento para mantener el apoyo de los senadores dialoguistas y asegurar la aprobación en general de la Ley Bases y el paquete fiscal en la sesión del miércoles. Sin embargo, el rechazo del kirchnerismo y de dos senadores de Santa Cruz, sumado a la indecisión de Martín Lousteau, pusieron en duda el éxito del oficialismo.
Hasta la tarde del martes, los libertarios y sus aliados confiaban en tener el número necesario para el quórum (37 senadores) y para la aprobación de los proyectos. Contaban con Lousteau, quien había anunciado su respaldo.
La situación se complicó con el cambio de postura de los senadores santacruceños José Carambia y Natalia Gadano, quienes retiraron su apoyo a las propuestas del Gobierno. Según Carambia, si bien habían acordado firmar el dictamen, no habían comprometido su voto para la aprobación en general.
Esta decisión generó preocupación en el oficialismo y sus aliados, ya que dejaba los números ajustados para el quórum. «No sé si el oficialismo tiene los números, hoy hay 36 senadores», comentó un dialoguista horas antes de la sesión, sugiriendo que Lousteau podría no asistir junto al resto de los radicales, el PRO, La Libertad Avanza y los federales.
La oposición también mostró cierto nerviosismo. Juan Carlos Romero, un jugador clave para el oficialismo en este tema, se indignó cuando Guadalupe Tagliaferri mencionó la posibilidad de que no hubiera quórum. «Hay que bajar y el que no esté que se haga cargo de su actitud», respondió Romero.