Eduardo «Wado» de Pedro y Victoria Villarruel tuvieron un fuerte enfrentamiento en el Senado mientras aumentaba la tensión entre manifestantes y fuerzas de seguridad afuera del edificio. El conflicto surgió cuando De Pedro, miembro de Unión por la Patria, denunció la «represión» y solicitó formar una comisión para salir a la calle a observar los incidentes. Ante la negativa de la vicepresidenta a detener la sesión y algunas interrupciones confusas, De Pedro insinuó que Villarruel no apoya la democracia, a lo que ella respondió: «No me haga entrar en su historia personal».
«Yo sé que usted reivindica un régimen distinto», exclamó De Pedro con intencionalidad, proponiendo junto a otros bloques una moción de orden para establecer una comisión que saliera del Congreso a observar los incidentes, en un momento en que los manifestantes lanzaban piedras y bombas molotov contra las fuerzas de seguridad, que respondían con gas pimienta y camiones hidrantes.
De Pedro, exministro del Interior en el gobierno de Alberto Fernández, añadió: «Este es un sistema republicano y democrático», dirigiéndose indirectamente a la vicepresidenta, aludiendo a sus opiniones sobre los años ’70.
Villarruel, quien acababa de regresar al recinto, respondió rápidamente: «No me haga entrar en su historia personal», refiriéndose al pasado de De Pedro, hijo de desaparecidos y nieto recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo. Su padre, un militante de la Juventud Peronista, fue asesinado por la dictadura militar en 1976 junto con su esposa, quien estaba embarazada de ocho meses.
Villarruel, en su papel de vicepresidenta, expresó que aquellos que desearan podían retirarse del recinto, pero aclaró que el reglamento no permitía una moción para salir a la plaza: «No usemos más chicanas para tratar de impedir la sesión», dijo.
La situación no se detuvo ahí. De Pedro pidió nuevamente la palabra y sugirió un cuarto intermedio: «La moción expresada no es técnicamente la que está incluida en el artículo 140. Yo lo hice informalmente. Entonces voto la moción para que se pase a un cuarto intermedio, para que esa comisión pueda atender lo que está pasando», propuso.
La sesión del Senado perdió su rumbo original durante casi 40 minutos. Se dejó de debatir la Ley de Bases para discutir si la sesión debía pausarse hasta esclarecer lo que sucedía fuera del Congreso, si debía formarse una comisión y quiénes serían los representantes de cada bloque.
Luis Juez, Guadalupe Tagliaferri, Juliana Di Tullio, José Mayans, Anabel Fernández Sagasti, Cristina López y Carolina Losada solicitaron la palabra para debatir la continuidad de la sesión. Hubo chicanas, descargos y enojos entre los senadores.
Tagliaferri pidió a Di Tullio que dejara de gritar mientras ella hablaba, resaltando lo inusual de la situación en el Senado. Losada, por su parte, decidió ir directamente a ver qué sucedía afuera y se levantó para hacerlo apenas terminó de hablar.
Finalmente, se votó a mano alzada la propuesta de De Pedro de suspender el debate por media hora para que un grupo de senadores fuera a la Plaza del Congreso a verificar la situación. La medida fue rechazada por la mayoría y el debate continuó.
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