Carlos Melconian brindó un análisis detallado sobre el reciente acuerdo financiero que la Argentina firmó con Estados Unidos, anunciado por el inversor Scott Bessent, y lo calificó como una especie de “extensión de vida” para el mercado cambiario local. En diálogo con Radio Rivadavia, sostuvo: “Ojalá salga bien, pero era el último timbre que le quedaba al Gobierno Nacional”, subrayando la urgencia y la crítica coyuntural del entendimiento.
El ex titular del Banco Nación cuestionó la falta de detalles concretos sobre el convenio, así como la manera en que se comunicó al público. “No se conoce mucho sobre este acuerdo. Todavía sigue siendo un tuit que no informa un monto formal ni cuánto ni cómo se va a devolver”, explicó, enfatizando la ausencia de información transparente y precisa.
A pesar de su postura crítica, Melconian reconoció que la llegada del acuerdo se produjo en un momento de extrema presión: “Si no aparecía Bessent, estábamos jodidos. Estos diez días hábiles estamos a cargo de él”, haciendo referencia a la cercanía de las elecciones del 26 de octubre. Además, alertó sobre los riesgos que un eventual cambio de gobierno podría generar: “Si mañana hubiera un cambio de gobierno, esto te deja muy maniatado”.
Para el economista, la raíz del problema es de carácter estructural: la Argentina depende de la deuda y no logra acumular reservas de manera sostenible. “En lugar de vender, el Gobierno debería comprar dólares para fortalecer al Banco Central”, señaló, apuntando a la necesidad de medidas que fortalezcan la economía desde su base.
Melconian remarcó que las reservas netas siguen siendo negativas, dado que “los activos que tiene el Banco Central son al mismo tiempo pasivos, incluso los que provienen del FMI”, lo que limita la capacidad de maniobra financiera del país.
Finalmente, advirtió que cualquier recuperación económica no puede centrarse únicamente en el frente cambiario. “No alcanza con tener el tipo de cambio correcto ni con exportar más. Hay que reactivar el mercado interno”, explicó, destacando que sectores clave como la industria, el comercio y la construcción “todavía están en negativos importantes” y requieren atención urgente para lograr un crecimiento sostenible.