En los últimos días, una declaración del reconocido actor argentino Ricardo Darín generó un intenso revuelo mediático y político, luego de que comentara —en el programa de Mirtha Legrand— su preocupación por los altos precios de productos básicos, ejemplificando con el valor actual de una docena de empanadas. Este episodio, que ya había cosechado múltiples respuestas y críticas, sumó un nuevo capítulo cuando el presidente Javier Milei intervino con fuertes declaraciones en su contra.
Durante una entrevista brindada en la emisora Neura, el mandatario retomó la controversia y arremetió contra Darín, calificándolo con términos duros. Según sus palabras, el actor intentó proyectar una imagen de cercanía con la ciudadanía común —a la que definió como un gesto de “nacional y popular”—, pero que en realidad terminó mostrando “ignorancia” y actuando como “un operador berreta” (expresión informal utilizada en Argentina para describir a alguien de baja calidad o con poca credibilidad).
Este ataque presidencial no es el primero desde el Ejecutivo: días antes, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, también había hecho pública su crítica al protagonista de películas como El Secreto de sus Ojos y El Eternauta, con una actitud similar a la que luego adoptó el propio Milei.
En el transcurso de la misma entrevista radial, el presidente también dedicó severos cuestionamientos a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, criticando con dureza su desempeño al frente del país. La acusó de haber sido una de las principales responsables del descalabro económico que, según su visión, vivió la Argentina durante sus dos mandatos, extendiendo esa acusación también al gobierno de su sucesor, a quien calificó como un “títere” suyo. En ese marco de descalificación, y sin una transición clara, Milei introdujo su crítica a Darín, uniendo ambos comentarios bajo una misma lógica de ataque.
Es importante destacar que, en medio de esta escalada verbal, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, había intentado previamente descomprimir la situación. En declaraciones públicas, Francos señaló que la intención del actor no había sido ofensiva y que simplemente utilizó un ejemplo inadecuado para ilustrar la crisis inflacionaria. Asimismo, remarcó que Ricardo Darín no puede ser encasillado como un defensor del kirchnerismo, dado que, históricamente, ha manifestado críticas hacia diversos gobiernos peronistas.
Francos también puso el foco en el contexto social y económico heredado por la actual administración: “Venimos de una Argentina con más del 50% de su población sumida en la pobreza”, sostuvo, y agregó que, según datos oficiales, la gestión de Milei habría logrado sacar a unos diez millones de personas de esa situación de vulnerabilidad. “Nadie dice que todo está resuelto ni se ignoran los padecimientos que aún persisten. Pero el ejemplo de Darín, aunque comprensible desde la percepción individual, no fue el más adecuado ni contribuyó al debate”, concluyó el funcionario.
En suma, el cruce entre el mundo del espectáculo y la política volvió a encenderse con fuerza en el país, revelando tensiones latentes y diversas interpretaciones sobre la situación económica actual, en un clima donde cada declaración pública puede tener un efecto amplificado y profundamente polarizante.
El último sábado, Guillermo Francos sorprendió al ámbito político y a la opinión pública al…
La Policía secuestró 600 plantines de marihuana en el departamento Leales, en la localidad Fronterita.…
Durante su participación en la 15ª edición del Foro ABECEB, Mauricio Macri volvió a dejar…
La administración de Donald Trump volvió a manifestar su respaldo a “las reformas del presidente…
Durante el juicio que se sigue contra siete miembros del clan Sena, el Tribunal Popular…
Walter Santiago, más conocido como Alfa de Gran Hermano, volvió a estar en el centro…