Durante su participación en una entrevista transmitida por el canal de streaming Neura, el presidente argentino Javier Milei protagonizó una serie de momentos llamativos que no tardaron en volverse virales en las redes sociales. La charla estuvo a cargo del periodista Alejandro Fantino, y si bien abordaron cuestiones políticas y económicas de la actualidad nacional, también hubo espacio para episodios atípicos que sorprendieron a la audiencia.
Uno de los más comentados ocurrió cuando Milei decidió tomar un títere, al que nombró “Termin”, y comenzó a utilizarlo como si fuera un ventrílocuo. Sin apenas mover los labios, hizo que el muñeco pronunciara una de las frases más representativas del ideario libertario: “El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo”. Tras esta breve intervención, Milei desafió al conductor con tono entusiasta: “Si querés, sigo”.
Fantino, entre intrigado y divertido, aceptó la propuesta y le preguntó al personaje qué es la inflación. El muñeco, en voz del presidente, respondió con una definición técnica: “La inflación es la pérdida de poder adquisitivo del dinero, generada por un exceso de oferta de dinero”. Luego, el personaje no se contuvo y lanzó duras críticas contra el pensamiento keynesiano, al que descalificó como “un panfleto hecho para políticos mesiánicos y corruptos”.
Sin embargo, otro episodio insólito marcaría la entrevista. En un momento del programa, Milei interrumpió abruptamente la conversación y se retiró momentáneamente del set. Al regresar, explicó con naturalidad que había tenido que salir a firmar un decreto presidencial. “Y sí, man, ¿qué querés? Laburo de presidente”, comentó con un tono relajado y entre risas, mientras Fantino, aún sorprendido por la escena, intentaba retomar el hilo del diálogo.
Estos momentos, cargados de un estilo poco convencional para un jefe de Estado, reforzaron el perfil mediático y excéntrico de Milei, quien continúa apostando a formatos alternativos para comunicar su visión política y económica, incluso en medio de gestos tan informales como interactuar con un títere o firmar decretos en plena transmisión en vivo.
