El viaje del presidente Javier Milei hacia los Estados Unidos estaba originalmente agendado para el domingo, aunque finalmente se retrasó un día. El lunes, en cambio, el mandatario permaneció en la Casa Rosada, donde encabezó tanto una reunión de Gabinete como una nueva sesión de la mesa política de su gestión. Ambos encuentros estuvieron signados por el respaldo financiero que, en simultáneo, había dado a conocer el gobierno de Estados Unidos, en apoyo explícito a la administración libertaria.
Ese respaldo fue interpretado como una confirmación de que, para Donald Trump, Milei constituye un socio estratégico clave dentro de la región. Como consecuencia de esa sintonía geopolítica, se anticipa que la relación bilateral derivará en un crédito que, en el corto plazo, permitirá a la Argentina enfrentar las tensiones cambiarias y la persistente demanda de dólares. Aunque el préstamo todavía no fue formalizado, la declaración pública del secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, acompañada por un gesto en la misma línea de la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, generó de inmediato un efecto de alivio en los mercados: el dólar descendió por debajo del límite superior de la banda cambiaria y los bonos soberanos experimentaron una fuerte recuperación. Dentro de ese clima, también el ánimo en el Gobierno nacional mostró una mejora significativa, escenario que enmarcó la partida de Milei hacia suelo estadounidense.
La delegación presidencial está compuesta por figuras de primera línea: la secretaria general y hermana del mandatario, Karina Milei; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el asesor Santiago Caputo; el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; y el vocero oficial, Manuel Adorni. Todos tienen previsto arribar a Manhattan durante la mañana del martes.
De acuerdo con el cronograma inicial, Milei dedicará esa jornada a presenciar la exposición de Trump en el debate de la 80ª Asamblea General de la ONU y, hacia las 12:45, tendrá programada una reunión bilateral con él. Más tarde, a las 20:00, volverá a coincidir con el mandatario estadounidense en la tradicional recepción que este ofrece a los jefes de Estado invitados a la cumbre internacional.
El miércoles marcará otro momento central de la agenda presidencial: a las 12:45 será su turno de intervenir ante la Asamblea General, pronunciando un discurso frente a los principales líderes mundiales. Luego, a las 19:55, asistirá a la ceremonia organizada por el Atlantic Council, donde recibirá el premio Ciudadano Global 2025 directamente de las manos del secretario del Tesoro, Scott Bessent.
La última jornada de Milei en Nueva York, el jueves, contempla a las 10:00 un encuentro con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, seguido de su participación en la entrega del galardón de la organización B’nai B’rith. Más tarde, hacia las 19:15, se reunirá con Donald S. Lauder, presidente del Congreso Mundial Judío, y con Claudio Epelman, director del Congreso Judío Latinoamericano. Finalmente, a las 22:00, el mandatario emprenderá el vuelo especial de regreso a Buenos Aires, con hora estimada de arribo a las 8:30 del día siguiente.
En paralelo a la preparación de esta apretada agenda diplomática, equipos técnicos coordinados por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, mantuvieron intensas negociaciones de más de diez horas. El objetivo de esas conversaciones es cerrar un acuerdo bilateral que habilite un préstamo de gran magnitud, destinado a afrontar vencimientos de deuda y reforzar las debilitadas reservas del Banco Central. Según adelantó Infobae en exclusiva, la intención del gobierno argentino era lograr el anuncio oficial de ese entendimiento antes del arribo de Milei a Nueva York, de modo que el presidente pudiera presentarse con un logro concreto en su gira, que además incluye bilaterales con Donald Trump y Benjamín Netanyahu, así como su participación central en la Asamblea de las Naciones Unidas.