Este martes se produjo un cambio significativo en el organigrama del Gobierno nacional: Marcos Ayerra, quien se desempeñaba como secretario de la Pequeña y Mediana Empresa, Emprendedores y Economía del Conocimiento, presentó su renuncia al cargo. Como consecuencia inmediata, la administración libertaria resolvió eliminar la secretaría, lo que deja al sector pyme sin una representación directa ante la gestión nacional en un contexto económico crítico.
De acuerdo con lo informado por fuentes oficiales a Ámbito, las responsabilidades que antes recaían en esta dependencia serán absorbidas por el Ministerio de Economía, específicamente bajo la órbita de Pablo Lavigne, actual titular de Coordinación Productiva. Sin embargo, empresarios y representantes del sector advierten que esta reestructuración puede diluir la atención sobre las problemáticas específicas de las pymes, ya que se convertirán en un punto más dentro de la extensa agenda de Lavigne. “La problemática pyme será una más de sus muchas preocupaciones”, alertaron.
La renuncia de Ayerra se produce en un momento sumamente delicado para la industria, mientras la Unión Industrial Argentina (UIA) viene advirtiendo sobre el freno económico y exigiendo al Ejecutivo medidas urgentes que permitan sostener la actividad. Desde la entidad plantearon la necesidad de garantizar condiciones crediticias accesibles para mantener el capital de trabajo. “Faltan tasas razonables y acceso al crédito para sostener el capital de trabajo”, remarcó la UIA en un comunicado reciente.
La presión financiera que enfrentan las pymes industriales es cada vez más insostenible. Con costos en alza, caída del consumo y dificultades para acceder a financiamiento, la decisión del Gobierno de desactivar esta secretaría implica desarmar un canal institucional que funcionaba como nexo entre las empresas más vulnerables y la gestión nacional, justo en un momento donde el sector atraviesa una de las peores crisis en años.
La dimisión de Ayerra no es un hecho aislado. Se suma a una larga lista de funcionarios que han abandonado la administración de Javier Milei en apenas ocho meses de gobierno. Incluso, en los propios despachos oficiales reconocen que se incrementa la dificultad para retener cuadros técnicos y profesionales, sobre todo por la política del Presidente de congelar los sueldos de su equipo, lo que genera tensiones internas.
En este escenario, desde las entidades que agrupan a las pequeñas y medianas empresas se multiplica la alarma. Leo Bilanski, presidente de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), trazó un panorama desolador: “En la Argentina cierran 40 pymes por día”. En diálogo con C5N, el dirigente calculó que desde la asunción de Milei, la crisis provocó la desaparición de cerca de 15 mil pymes y la pérdida de alrededor de 500 empleos diarios, lo que marca la magnitud del impacto económico que atraviesa el país.