El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se refirió este lunes a la dura derrota que sufrió el oficialismo en las elecciones legislativas bonaerenses y planteó la necesidad de realizar una profunda autocrítica dentro del Gobierno. Según reconoció, existe una evidente distancia entre los logros macroeconómicos que el Ejecutivo exhibe y la realidad cotidiana de la población, que aún no percibe esos avances en su vida diaria.
En declaraciones radiales, el funcionario retomó la idea que ya había expresado el propio presidente Javier Milei en su discurso tras los comicios: “Es momento de hacer autocrítica, de analizar, de ver en qué fallamos en lo político y por qué los resultados macroeconómicos no llegan a la gente. Hay una distancia entre lo que la gente opina y lo que el Gobierno propone como política, que claramente no se va a modificar”, remarcó.
Francos insistió en que el equilibrio fiscal sigue siendo considerado por la administración libertaria como la condición indispensable para un crecimiento sostenido, aunque aceptó que esa visión resulta insuficiente si no se traduce en mejoras palpables en el día a día de la sociedad. “El Presidente no va a cambiar su pensamiento sobre la macro, pero habrá que ver cómo logramos transmitirla a la microeconomía. Lo que la gente espera son resultados concretos”, afirmó durante la entrevista concedida a Radio Mitre.
En ese sentido, admitió que las decisiones adoptadas en pos de reducir el déficit fiscal tuvieron como consecuencia la desatención de temas sensibles para la ciudadanía, lo cual generó malestar y contribuyó a explicar el resultado adverso en Buenos Aires. “Podemos decir que la economía en lo macro está creciendo, pero eso todavía no se refleja en el metro cuadrado de la gente”, expresó.
El funcionario también se detuvo en el plano comunicacional. Consideró que, en algunos momentos, el Gobierno pudo haber transmitido —“aunque no de manera voluntaria”— una sensación de soberbia, algo que “al pueblo no le cayó bien” y que ahora será necesario rectificar. Subrayó además que deberán corregirse errores en el discurso y en la manera de hacer llegar el mensaje oficial a la población.
No obstante, Francos buscó llevar tranquilidad y se mostró confiado respecto al porvenir. “Yo no soy pesimista con el futuro, al contrario, creo que Argentina tiene un horizonte de mejora”, aseguró. Al mismo tiempo, marcó una diferencia entre lo sucedido en la provincia de Buenos Aires y lo que pueda ocurrir en las elecciones nacionales de octubre.
Por último, el jefe de Gabinete destacó que la responsabilidad de la derrota no recae únicamente sobre una persona, sino que es compartida por todo el equipo de Gobierno. “Seguramente no fuimos capaces de transmitir lo que teníamos que transmitir. Cada uno ha cometido sus errores y nadie sale indemne de esto; todos formamos parte del mismo proyecto”, concluyó.