En declaraciones efectuadas a bordo del Air Force One, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó un fuerte impacto político y económico al dar a conocer que su administración estudia retomar la compra de carne vacuna argentina, al tiempo que ofreció una evaluación extremadamente dura sobre la situación actual del país sudamericano.
El anuncio, que podría significar un alivio para el sector agropecuario argentino, vino acompañado de una descripción sin filtros del estado de la economía nacional: «Están muriendo. ¿De acuerdo? Están muriendo», afirmó Trump, subrayando la gravedad del momento que atraviesa Argentina.
El mandatario estadounidense justificó la posibilidad de reactivar las importaciones de carne gracias a la buena relación personal que mantiene con el presidente Javier Milei, aunque sin suavizar su crítica a la realidad interna del país. «Argentina está luchando por su vida. ¿Entienden lo que eso significa? No tienen dinero, no tienen nada, están luchando muy duro para sobrevivir. Si puedo ayudarlos a sobrevivir en un mundo libre… me agrada el presidente de Argentina. Creo que está tratando de hacer lo mejor que puede», sostuvo Trump, resaltando la vulnerabilidad económica del país y el esfuerzo del gobierno argentino por revertirla.
Además de referirse a la compra de carne, el exmandatario abordó el complejo paquete financiero que su administración ha dispuesto para Argentina, estimado en 40.000 millones de dólares. En este contexto, Trump destacó el costo político y económico interno que representa esta asistencia, señalando las tensiones geopolíticas y comerciales que involucran a Estados Unidos: «Si llevas la cuenta en casa: nosotros rescatamos a Argentina por 40.000 millones de dólares, ellos le venden soja a China, nuestros agricultores no obtienen nada y van a la quiebra por sus políticas arancelarias», manifestó, evidenciando el conflicto entre apoyar económicamente a un aliado y proteger los intereses de los productores estadounidenses.
El análisis del presidente estadounidense concluyó con su estilo característico, directo y contundente: «Pero no lo hagan sonar como si les estuviera yendo genial. Están muriendo», enfatizó. Así, la posible reanudación de la compra de carne vacuna queda enmarcada dentro de una visión profundamente crítica y pesimista sobre la situación económica argentina.