En una sesión trascendental para el Senado de la Nación, la presidenta de la Cámara Alta, Victoria Villarruel, resaltó la expulsión del senador Kueider, quien fue sometido a una votación que derivó en su salida del cuerpo legislativo.
Villarruel afirmó: «Hoy el Senado de la Nación favoreció la discusión sobre el tratamiento judicial de un senador acusado de hechos inmorales y, en una decisión que han tomado los senadores, se votó expulsarlo del cuerpo». La presidenta destacó la importancia de la votación como un paso en el tratamiento de la conducta ética de los legisladores.
En cuanto al caso del senador Oscar Parrilli, Villarruel criticó abiertamente la postura del kirchnerismo, especialmente después de que la inclusión del tema en el orden del día fuera aceptada. «Este comportamiento refleja una de las tantas hipocresías del kirchnerismo», subrayó, refiriéndose a la decisión del oficialismo de proteger a Parrilli, quien se encuentra procesado por su implicación en el atentado a la AMIA, que resultó en la muerte de 85 personas.
La presidenta del Senado cuestionó la actitud del oficialismo ante situaciones similares: «Cuando el senador no sea de ellos o les sirva a ellos, los senadores K votan siguiendo la destitución o expulsión de un senador. Parrilli está procesado, esto no se trata». De esta manera, Villarruel señaló la contradicción y doble moral que, según ella, caracteriza a las decisiones del kirchnerismo.
Además, Villarruel expresó su preocupación por la actualización de las dietas de los senadores, solicitando que se congelen a partir del 1 de enero. Esta postura refleja su compromiso con la moderación del gasto público y la necesidad de revisar las condiciones de los salarios de los legisladores.